SI TE LLEVO EN MI CORAZÓN... -HUNTLOW ADAPTACIÓN - OMEGAVERSE-

Yo necesito saber si quieres ser mi amante

Vivir o morir, pero contigo

🔞

¿Cuándo había sido la última vez que Willow se sintió aturdida y al mismo tiempo impaciente? Ahora tenía de nuevo quince años, y esperaba a que llegara ese alfa tan agradable para ir juntos a la clase de inglés. Después tenía dieciséis, y ensayaba una pose sensual para atraer la atención de cierto alfa. Más tarde se veía, con diecisiete años intentando parecer indiferente, cuando todos los músculos y los nervios de su cuerpo estaban tensos a causa de la expectativa. Evocó la imagen de Hunter Wittebane, y la vio impecable y maravillosa. Se dijo que solo su irrefrenable ansiedad lograba que en su recuerdo pareciera perfecto. Sin embargo, cuando la realidad pasó por la puerta, el recuerdo palideció comparado con ella.

Hunter entró sin llamar. Willow estaba de pie cerca de la cocina, a un extremo del corredor, donde esperaba la llamada de Hunter, después de escuchar el ruido de la puerta del automóvil al cerrarse. Ante la entrada inesperada, Willow respiró hondo y después permaneció inmóvil, mirando atentamente a Hunter, mientras el alfa tonteaba con la mano sobre la puerta; la omega vio en el alfa una expresión que decía que los últimos cuatro días habían sido tan largos para él como para ella.

—Capitana...

—Hunter...

Willow experimentó una sensación de intensa alegría, avanzó con paso vacilante. Un instante después cada uno se arrojaba en los brazos del otro; Hunter la estrechó con fuerza y Willow se colgó del cuello del alfa, mientras Hunter la alzaba del suelo y giraba alegremente con Willow sosteniéndola por la cintura. La nariz de la omega estaba presionada sobre el cuello del alfa, donde el aroma se desprendía tal como Willow lo recordaba. Hunter la soltó, incluso antes de que los pies de Willow tocaran el suelo ya estaban besándose, sus corazones se agitaron al fundirse uno contra el otro, con tanta fuerza que parecieron formar un solo cuerpo. Sus lenguas expresaban no solo impaciencia, no solo ansiedad, sino también ese mensaje más entrañable...: "eres tal como yo te recordaba... incluso mejor". Willow sostuvo la cabeza de Hunter con dos manos codiciosas, sintió que Hunter movía la boca en un gesto apremiante sobre la de Willow y que sus brazos fuertes le rodeaban el cuerpo, mientras las yemas de sus dedos tocaban el dulce promontorio de los senos de la omega. Después, las palmas se deslizaron a lo largo de la espalda de Willow, acariciándola desde el cuello hasta la cintura, en un gesto que era extrañamente asexuado, nada más que una confirmación de la presencia de Willow en sus brazos, la celebración del retorno al lugar esperado.

Más o menos del mismo modo, Willow deslizó sus dedos por el cuello de Hunter, buscando la piel tibia, masajeando sus tendones duros, como para ratificar la presencia del alfa.

Cuando el primer impulso desordenado de la acogida pasó, Hunter levantó la cabeza y le tembló la voz al decir:

—Cómo te he echado de menos, capitana.

Las palabras de Hunter provocaron estremecimientos de alivio en la columna vertebral de Willow. Las manos del alfa se deslizaron bajo la camiseta, dobló los codos en el centro de su espalda y sus manos firmes se elevaron a través del cuello de la camiseta para sujetarle la cabeza. Willow se apoyó en esas manos, mirando siempre a Hunter, impregnándose de su presencia.

—Yo también te he echado de menos... y cómo. —Las palabras parecían inadecuadas para describir cuánto había pensado en Hunter. Lo tocó, en un esfuerzo por decirle de otro modo lo que habían sido esos días sin su presencia. Le acarició las mejillas, las cejas, los labios;... Y, al hacerlo, los dedos de Hunter acariciaban la cabeza de Willow a cada lado de la espesa trenza. Hunter cerró los ojos y volvió los labios entreabiertos hacia las yemas de los dedos de Willow, que los rozaron.