11. Riddled

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Prendí la calefacción del auto, justo después de haber prendido mi primer cigarrillo. Inhale todo el humo que mis pulmones permitieron y espere un instante para poder soltarlo. Mis manos dejaron de temblar, no sabía si porque por fin había entrado en calor o por que el cigarrillo había calmado parte de mis nervios.

Mi celular vibro sobre mis piernas y yo lo cogí rápido para abrir el mensaje de Scott que se mostraba sobre la pantalla.

"Aún nada, seguimos buscando"

Mi corazón se acelero ante aquel mensaje e inhale nuevamente el cigarrillo. Tome las llaves de mi auto y baje de este para caminar hacía el largo bosque que crecía delante de mí. Mis nervios estaban al mil. Nunca había sido fanática de este aterrorizante bosque, pero no tenía otra opción. El único coraje que me hacía continuar era la esperanza de poder encontrar a Stiles en medio de toda la penumbra.

La lámpara que tenía en mis manos se encendió después del tercer golpeteo que le di. Camine con cuidado a que las ramas de los arboles no se enredaran entre mis pies. Mire alrededor con cuidado, me tardaba prácticamente cinco minutos en cada paso, no quería pasar por alto cualquier detalle que me revelara la ubicación de Stiles. Podía escuchar los grillos cantar alrededor mío, pero no me preocupaban demasiado los animales.

Según la investigación que he hecho día tras día, las ninfas son seguidas por los animales, así que eso explica la gran química que he tenido con ello a lo largo de los años. Las libretas de mi abuela comenzaron a ser demasiado enfermizas como para continuar leyéndolas, por lo cual me dedique el tiempo de volverlas a colocar en su lugar.

Esa fue la primera vez que salí después de mi ataque de pánico. Esta es la segunda salida.

Después de todo lo que había descubierto, las ganas faltaban para salir a la calle y continuar investigando acerca de Beacon Hills. No quería hablar con nadie, mucho menos con mi padre, no tenía el mismo descaro de mi abuela para mentirle de una vil manera. Mi padre termino decidiendo que tal vez tenía nuevamente depresión, y que los psiquiatras de Beacon Hills me harían bien.  Decidió llamarlos justo después de que negué hablar con mi madre. No podía soportar aún la ira que tenía contra ella, mucho más cuando nos había mentido a ambos. Mi padre la amaba, y ella solo era una zorra sin dueño.

Justo mañana será mi primera cita con el loquero. Tenía planeado dormir lo suficiente para ir mañana con el mejor humor que pudiera tener, pero el mensaje de Scott cambio los planes. Resultaba que Stiles le había llamado diciéndole que no sabía dónde estaba, así que Scott tomo la decisión de contactar con todos los conocidos de Stiles para preguntar si se encontraban con él.

Scott no me pidió que buscara junto a él, incluso se negó a que saliera a buscarlo con él. Así que le mentí diciéndole que estaría en mi cuarto esperando por sus noticias. Salí de mi cuarto por la ventana y finalmente termine en el bosque, en busca del único chico que realmente me ha ayudado sin siquiera saberlo.

Ha pasado alrededor de una hora desde que Scott me marcó. Una hora que he buscado por todo Beacon Hills, concluyendo que sería bastante extraño que Stiles se escondiera en un edificio, teniendo todo un bosque a su alrededor. Tome mi lógica, la misma que estaba segura que tomaría Stiles, y camine por el bosque con cuidado, arriesgándome por mi amigo.

Sobresalte ante el primer ruido que escuche, sorprendiéndome a mí misma, mirando la rama roto debajo de mi tenis. "Cobarde" cruzo por mi mente. Torcí los ojos, regañandome a mi misma por mi comportamiento. Debía ser fuerte, debía ser más fuerte que todo lo que era Beacon Hills.

Otro ruido sonó, lo cual me hizo saber que no solo era yo, ya que no me había movido, ni siquiera un pasó. Gire la lámpara hacía donde provenía el ruido, y me acerque lentamente, para poder divisar a la persona con capucha oscura.

How long? (Teen wolf)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora