14. The reunion.

866 75 9
                                    

El viento pegaba fuertemente sobre mi rostro mientras hacía bailar a unos cuantos mechones a mi alrededor. La mañana se encontraba nublada y amenazaba con unas pequeñas gotas de lluvia que rociaban mis brazos desnudos. Mi casa se encontraba a solo unos metros de distancia del bosque lo que me provocaba un cierto sentimiento de hogar. Nunca me hubiera imaginado que los enormes secretos que envolvían Beacon Hills me harían sentir tan en casa. Ahora yo me había convertido en uno de ellos.

Scott McAll continuaba en busca de la solución para hacer que su mejor amigo Stiles dejara de ser dominado por un poderoso espíritu maligno que devoraba poco a poco el cerebro del muchacho. Tras demasiadas cosas, nunca estuve tan errada como pensé; Scott McAll era un hombre lobo, pero no era tan peligroso como yo imagine que lo era. Lydia y Allison tampoco se encontraban tan alejadas de los secretos de Beacon Hills. Mientras que Lydia era una Banshee que podía predecir algunos eventos; Allison luchaba contra los verdaderos enemigos, como la cazadora que era.

Y finalmente yo, una ninfa.

Tras aceptar duramente el engaño de mi madre y la locura de mi abuela, pude ver claramente lo que era y de lo que podía hacer. Y aunque pareciera todo una locura, finalmente la única salida sería aceptarlo de buena manera y así no perder la cabeza con tantas cosas que sucedían en este pueblo. Aparte, si aceptaba mi rol de una vez por todas, tal vez podría ayudar con la búsqueda de Stiles.

Stiles.

Una ráfaga de tristeza atravesó mi pecho al recordar al muchacho lleno de sarcasmo y alegría a pesar de la historia de su vida.

Mire por encima de las copas de los pinos para poder percibir como las nubes se movían a paso lento directo al norte. Respire hondo y finalmente camine directo hacía la escuela. Llegaba un poco tarde pero nada de qué preocuparse, los profesores lo tomaban como depresión por la desaparición de mi amigo.

Habían pasado apenas dos días desde que había descubierto la verdad de los hechos de Beacon Hills y apenas dos días desde que mi cuerpo fue lanzado por los aires y minutos después curado milagrosamente.

Mi cámara se balanceaba ligeramente mientras mi paso aumentaba directo a la escuela. Hoy tendría que guardar las fotografías que había tomado a lo largo de la semana para poder mostrarlas en el periódico escolar. Tras un largo rato de caminata pude divisar la escuela a lo lejos, donde varios de los estudiantes cargaban sus mochilas e iban de un lado a otro. Respire hondo y continúe hasta uno de los pasillos de la escuela.

Como siempre, no encontré a Scott por los pasillos, ni uno de los demás muchachos, seguro estaban investigando por sus propias cuentas o como Kira, se encontraba demasiado triste que no se daba el lujo de caminar por ahí. Ignore su ausencia y me encamine a las consiguientes clases que tenía por pasar.

No fue hasta la tarde cuando encontré un tiempo libre para poder dar un paseo por el laboratorio de la institución, donde podría por fin revelar las fotografías que había estado sacando sin mucha motivación esta semana. Los demás chicos habían partido a sus casas, ya era la hora de la comida y varios de ellos parecían estar bastante hambrientos, obligandolos a partir de este lugar. Allison y Lydia habían optado por irse de la escuela para disfrutar una comida en algún centro comercial cercano, ambas me hicieron la invitación de acompañarlas a aquel lugar, pero me negué rotundamente puesto que tenía trabajo que hacer y no podía desobligarme tan fácilmente.

Opte por la computadora más lejana al viejo que atendía toda la biblioteca, ya que este no arrebataba la mirada de mi pecho, lo cual hacía que mi incomodidad aumentara. Tome asiento en una de las sillas más decentes, la de la derecha parecía que sus resortes se negaban a continuar en su puesto. Ignore la incomodidad debajo de mi trasero y comencé pasando las fotografías a una memoria donde podría entregársela al encargado del periódico. Tardo la computadora unos tres minutos en pasar todas las fotos a la pantalla. Tamboree mis dedos sobre la mesa, impaciente a terminar el trabajo y salir de este lugar, había algo dentro de este que continuaba haciéndome sentir insegura.

How long? (Teen wolf)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora