1. Cambios.

3.2K 128 6
                                    

Mi madre me dio un último beso en la frente. Era un gesto de despedida.

El cielo se encontraba despejado. Y el reloj con termómetro incluido que colgaba en la hogareña casa marcaba unos veinte centígrados, lo que me permitía traer mi blusa favorita sin mangas de color verde, aunque mi padre siempre me decía que parecía más azul, y terminábamos peleados por un simple tono.

Tome entre mis manos la ultima maleta que tenía que poner sobre el auto, y me subí a este con gesto despreocupado, lo menos que quería ahora, era otra ronda de preguntas de mi padre acerca de que si estaba segura en irme con él. Mi madre era fuerte, podría arreglárselas sin mí, pero mi padre…

Agite mi mano en forma de despedida, y mire por el parabrisas como mi madre imitaba mi gesto, recargada de la puerta. Ignore sus pequeñas lágrimas que deslizaban de sus mejillas y le dedique una última mirada a la casa que había sido mi hogar a lo largo de dieciséis años.

-          Hija… - comenzó, por enésima vez mi padre, esfuerzo que hice para no poner los ojos en blanco.

-          Si, papá, estoy por completa segura – le repetí igualmente por enésima vez.

Sus ojos se hicieron pequeños por la gran sonrisa que me mostro, pero nada de ella mostraba felicidad. Estaba dejando al amor de su vida, a su ninfa, a la chica de sus sueños. La estaba abandonando, y no porque él deseara, no, es porque ella ya no lo ama.

El auto zangoteo un poco al principio, y el motor rugió por el cambio de velocidad, pero en cinco minutos ya estábamos por mi vieja escuela, que está casi al borde de la ciudad.

Prefería que mi padre hubiera tomado otro camino distinto a este, pero lo conozco, seguro lo hizo a propósito “Para despedirme de mi vida” cosa que odiaba. Nunca fui fanática de las despedidas, siempre aborrecía estas, y mientras más lejos estaba de ellas, mejor. Lástima que mi padre no pensara lo mismo.

Miré la cafetería donde iba casi todos los días después de la escuela con una amiga. Fue en ese mismo lugar cuando miré a mi madre por primera vez con otro hombre. Ella en ese tiempo no sabía que salía una hora temprano de lo que pensaba, por lo cual siempre aprovechaba esa hora para pasarme por esa cafetería y hablar con mi amiga de cualquier tontería.

Paso una semana que me rehusé de pensar que mi madre estaba manteniendo una aventura, hasta que me arme de valor y decidí visitar de nuevo aquella cafetería, donde los vi besándose.

Un mes después, estaba aquí, con mis padres recién divorciados, y yo mudándome a algún pueblo que sepa Dios donde es su ubicación.

Lo único que sabía, era que tomaba más de cuatro horas de viaje en avión, y después de ello, otra hora en camión para llegar a la casa deshabitada de mis abuelos paternos.

Nunca me había mudado, por lo cual esto ahora era un gran cambio en mi vida. Pero no me desagradaba del todo la idea, después de todo, con mi padre era con quién pasaba la mayoría del tiempo.

Mi padre encendió la radio y pronto su música empezó a inundar el crudo silencio, yo le sonreí y él intento devolverme la sonrisa.

Otro punto a favor, teníamos los mismos gustos en música.

Estaba lloviendo cuando el avión aterrizo. No me irrite por completo, después de todo, sabía que el lugar donde mis abuelos vivían no era del todo alegre como el lugar donde antes era mi casa y aparte, tenía que tener la mejor cara posible por mi padre. Esto era más difícil para él.

Tomamos un taxi para que nos llevara directo al lugar donde sería mi casa. Miré por la ventana, tratando de memorizar todo, por si algún día tenía que regresar a ver a mi madre, aunque en el fondo se que probablemente eso no sucederá.

How long? (Teen wolf)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora