13. Strange friendship.

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Cuando pude cambiarme la playera y lavarme completamente las manos fui corriendo hacia la puerta donde parecía estar desesperados para entrar. Hubiera sentido más pánico si no hubiera reconocido la cabellera pelirroja inconfundible de Lydia tras la ventana. Pude distinguir otra sombra tras de ella, pero no me detuve a reconocerla. Abrí la puerta para ver cuál era el motivo de su visita. Lydia sostenía esa sonrisa en su rostro tan característico de ella. Mientras que la otra chica solo me miraba como si algo realmente le preocupara.

A ella la reconocía. Era Allison Argent. Según Kira fue novia de Scott hasta hace poco. Creo que ahora mantenía una relación con otro chico de Lacrosse, últimamente los veía mucho. La frente blanca y de porcelana de Allison se fruncía y me miraba, sin decir nada, solo con su mirada sin entender.

Lydia pasó derecho de mi, sorprendiéndome ligeramente. No sabía que poseíamos tal confianza. Mientras que Allison con una mirada — nuevamente — me pidió permiso para entrar. Preocupada, pase con ellas hasta la sala donde Lydia ya había encontrado un lugar. Me senté enfrente de Lydia, esperando a que me dijera algo al respecto, pero se quedo tanto tiempo callada que comencé a sospechar que tal vez venía a decirme algo de Stiles y yo. A pesar de que no sucediera nada entre nosotros, me daba pavor que lo pensara. Lydia era exactamente de las chicas con las que debía andar con cuidado.

-          Me preocupe cuando no te miré en la escuela — explico finalmente, haciendo que mis músculos se relajaran — sé que ahora te sientes mal porque Stiles se ha desaparecido, pero lo van a encontrar, ya verás — no sabía si sus palabras eran realmente sinceras, aún no podía entender que pasaba entre Stiles y ella, pero visto por el rostro de Allison, podía confiar que eran honestas.

-          ¿Podemos pasar un rato contigo? — fue la primera vez que escuche la voz de Allison — para hacerte compañía.

Antes de que pudiera aceptar recordé el tiradero que tenía en el baño de la planta baja. Era casi imposible imaginar que hace solo una media hora me encontraba tirada en el bosque con una herida fatal y un charco de sangre rondando mi cuerpo. Mi rostro se tenso al instante al recordar tal momento, avivando la curiosidad de ambas. Antes de que pudiera soltar una excusa, Lydia se levanto del sillón, con la mirada perdida, como si estuviera escuchando una conversación del otro cuarto, pero no había nadie.

Con sumo cuidado camine más rápido de ella y me posicione delante del baño para que no pudiera entrar, sin embargo ella continuo su camino, esta vez con Allison detrás de ella. Estire los brazos, evitando su camino, pero fue inútil.

La boca de Lydia pudo haber caído al suelo si su cuerpo lo hubiera permitido, al igual que el rostro de Allison. El rostro de ambas mostraba el completo asombro y pude percibir una pizca de terror en ellos. Ambas asomaban sus caras encima de mis brazos para tener una perspectiva mejor del baño ensangrentado por todos lados. Ayudaría si el baño no fuera completamente blanco como lo es.

Dándome por vencida me hice a un lado de la puerta, dejándolas entrar para mirar desde adentro toda la sangre que hace apenas unos momentos habían salido expulsados de mi cuerpo. Lydia y Allison continuaban con el mismo rostro horrorizado, mirando las huellas que yo misma había dejado por toda la pared. Fue hasta después de unos cuantos minutos cuando Allison se atrevió a encararme y mirarme directo a los ojos.

-          ¿Qué sucedió?

Respire hondo, tratando de explicármelo a mí misma, pero ni siquiera yo sabía exactamente que me había sucedido. La única forma de explicárselos era enseñarles lo que sucedía, y así no creerían que había perdido por completo la razón. 

-          No sé, ¿está bien? — levante ligeramente las palmas de mis manos en modo de tranquilizarlas — pero solo echen un vistazo.

Dicho esto tome nuevamente la navaja que se encontraba en el lavabo lleno de sangre. Tome de nuevo la delgada navaja y la arrastre por toda mi muñeca con un pulso fuerte, sintiendo como la navaja iba abriendo camino por mi piel, dejando un rastro de pequeños puntos rojos que comenzaban a gotear. Miré con cuidado los rostros de ambas, que parecían querer apartar la mirada pero a pesar de todo no lo hicieron. Entonces baje la mirada hacía la herida goteante de sangre, y como poco a poco iba cerrándose.

Espere alguna reacción distinta a la que las chicas adoptaron. Ambas se dirigieron una mirada larga, como si estuvieran transmitiendo un mensaje a través de sus ojos. Como si lo que acababan de ver fuera por completo normal. Lydia fue esta vez la que rompió el silencio.

-          ¿Y cómo es que llenaste este cuarto de sangre?

-          Fui al bosque a buscar a Stiles — murmure avergonzada, pero no podía perder contacto visual, si no pensarían que mentía — y descubrí unas huellas de él que daban hasta un edificio, cuando me di cuenta era la comisaria, y antes de que pudiera razonar todo el asunto, la comisaria voló en pedazos, y uno de los vidrios dio directo en mi estomago, y cuando me lo pude arrebatar, camine hasta acá, pensando que tal vez era el último día de mi vida. Entonces me doy cuenta cuando regreso que ya no hay rastro de ninguna herida.

Lydia y Allison volvieron a mirarse y después de eso me miraron a mí. Estaba segura que yo me encontraba más aterrorizada que ellas. Era como si ellas fueran más expertas en el tema que yo. Y estaba un por ciento segura que Lydia y Allison sabían más cosas de lo que me pasaba que yo misma.

-          Será mejor que limpiemos este lugar antes de que llegue tu padre — dijo Allison finalmente, sacándome una sonrisa de alivio.

-          Manos a la obra — comento Lydia seriamente y paso derecho de nosotras para buscar los instrumentos de limpieza.

Tras diez minutos de intensa limpieza, pudimos remover todo rastro de sangre que había dejado en todo el baño. Ahora solo parecía como si hubiera hecho acto de caridad por mi padre y me haya apiadado lo suficiente para limpiar el baño. Tras el hecho de limpieza, ambas tomamos asiento donde fuera mejor. Allison se encontraba a la orilla de la tina con el trapeador en mano. Lydia estaba sobre el inodoro con el pañuelo lleno de sangre y yo me encontraba en el suelo con otro trapeador tirado.

Suspire resignada. Tanto Lydia como Allison me miraban atentamente, esperando a que la explicación comenzara. No quería contarles nada, no podía aún confiar aún en nadie, pero no tenía de otra.

Así que les explique todo, desde lo extraña que me sentí entrando a Beacon Hills, la manera rara en que se comportaba mi abuela, el collar que encontré, cuando me dijo que lo guardara, la manera en que me relacionaba con los animales, la libreta que encontré... las ninfas. Todo término en sus oídos, mientras que sus rostros lo único que expresaban era atención pura. Ninguna sorpresa de más, nada de miedo, todo era como si les contara como había como había comprado una pizza en la mañana y el repartidor era guapísimo.

Una vez terminada la explicación respire hondo, mirando el azulejo blanco que rodeaba el piso. Entonces sentí como una mano rodeaba la mía y al levantar la mirada descubrí a Allison a mi lado, y Lydia al otro, mirándome sonrientes, pero no era una sonrisa burlona como las que estaba acostumbrada, esta vez era sinceridad pura, y me sentí a salvo por un instante.

-          De hecho, hay cosas que también tenemos que contarte — comenzó Allison, dirigiéndole una mirada a Lydia, ambas asintieron.

How long? (Teen wolf)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora