El bardo un tanto conocido por Monstandt como "Venti" y tú, una simple habitante de dicha ciudad, habían iniciado una relación de tal vez casi 1 año, tu eras realmente feliz y él también, ambos disfrutaban de su relación, al menos eso pensabas por q...
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Te encuentras preocupado por tu pareja, (aunque tampoco era extraño) pocas veces, aquel bardo, llegaba muy tarde a casa. Por la tarde te había dicho que saldría a tocar por la Catedral como de costumbre así que mientras el estaba en otro lado tu saliste a conseguir cosas para su hogar, además de tomar aire fresco.
Eran aproximadamente las 4:00 de la mañana y no sabías nada de Venti, intentaste buscarlo pero no lo encontraste, fuiste a la taberna pero extrañamente no estaba abierta, "¿acaso Diluc decidió por aquella vez no abrir?" Era raro aquello, pero no le tomaste importancia, había veces en las que hacía eso y no tenías de que preocuparte.
Tras un rato de tu larga búsqueda por tu novio, finalmente aceptaste la derrota y regresaste a tu hogar, esperabas que al tocar la cama acabarás en un sueño profundo por la hora, pero no fue así, en ese preciso momento tenías un horrible insomnio que no tenías hace mucho tiempo. Tal vez era por la preocupación que tenías por Venti.
Esperabas el momento en que pudieras dormir, cuando de pronto, alguien abrió la puerta del hogar, rápidamente fuiste a la planta baja para observar a un Venti completamente borracho, apenas estabas cerca de él, podías oler el aroma que desprendía. ¿Pero como es que estaba en ese estado? Se suponía que la taberna estaba cerrada, y no había otro lugar que venden alcohol.
Viste una de sus manos sostener una botella de su vino favorito, tenía al frente una marca que venía de la taberna de Diluc, ¿acaso la había robado o simplemente es que la taberna si estaba abierta cuando pensaste que no?
- ¿Venti? ¿Dónde estabas? ¡Te estuve buscando por toda la ciudad e incluso fui a Levantaviento!, y... ¿De dónde conseguiste la botella? Se supone que la taberna estaba cerrada...
- Wow, tranquila ___, fui al viñedo del amanecer y Diluc quiso pasar el rato conmigo, así que... Le dije: "¿y si bebemos un poco de vino?", bueno, él, por que... ya sabes - ríe levemente y toma un trago de su botella de vino.
- Eso no puede ser, Diluc ni siquiera te permitiría entrar al Viñed-
- Ah, ¿O sea que no me crees? Vale, si ni crees en tu pareja, prefiero dejar de serlo - frunció su ceño molesto, se acerco de nuevo a la puerta para salir pero antes de que lo logrará, te acercaste y le tomaste la mano, para seguido abrazarlo por la espalda.
- No quice decir eso, yo... ¿Enserio estuviste ahí? Debí suponerlo, perdona por desconfiar de ti, es solo que se me hizo raro, es todo.
- Mmh... Esta bien, pero debes creerme querido, jamás te engañaría.
Y sin querer, caíste en su pequeño engaño. En realidad cuando fuiste a buscarlo en la taberna, Venti le pidió a Diluc (que estaba atendiendo aquel día), que fingiera que estaba cerrada la taberna, "por qué no quería molestarte" y Diluc confundido por la petición y breve explicación, acepto por que aquella vez pago la cuenta por las tantas moras que consiguió gracias a sus pequeños shows.
¿Lo peor? Estuvo ahí la mayoría de tiempo, bebió hasta no más poder, además, había una chica en aquella taberna igual bebiendo y pasando el rato. Para entonces Diluc se había ido por "asuntos importantes" y se encontraba otra persona, también recordemos que Venti es muy resistente al alcohol.
Entonces, al ver dicha chica, se le acercó a coquetearle que ni siquiera la contraria lo dudo y le siguió el juego, los besos entre esos dos no tardaron en aparecer, parecían unos enamorados en aquella taberna, chupetones y hasta casi iban a pasar a algo más.
Si no fuera que por el encargado del lugar que se dio cuenta, hubiera pasado, más los hecho del lugar, ambos se despidieron: "otro día continuaremos, linda".
Aquel bardo se tomó el tiempo de ocultar el perfume y dichas marcas en su cuello, antes de llegar a su destino.
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Me dolió escribir más esto que ustedes leyendo, JAJAJJA
