El bardo un tanto conocido por Monstandt como "Venti" y tú, una simple habitante de dicha ciudad, habían iniciado una relación de tal vez casi 1 año, tu eras realmente feliz y él también, ambos disfrutaban de su relación, al menos eso pensabas por q...
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¡Ya ni sabes cómo te sientes! Tantas emociones mezcladas... Cansancio, furia, tristeza... Tantas cosas han pasado últimamente, hasta dudas de sí realmente la persona que has estado saliendo y la que hasta planeaste que se casarán en un futuro no muy lejano era esa.
¿Bromas? ¿Cuando las bromas amistosas habían pasado a ser pesada y de mal gusto?
¿Ignorancia? ¿Cuando había Venti tomado la rutina de ignorar tus palabras? ¡Hasta parecía como en algunos momentos no existes para él!
¿Celos? Cuando empezaron una relación, ambos se esforzaron por tener una confianza mutua en los dos, claro, no se escapaban esos pequeños celos de ver al otro con alguien pero se supone que ya había suficiente confianza como para que el otro tuviera la oportunidad de estar con quien sea. ¿Eso donde se había ido? ¿A la basura?
¿Ofender? ¡Ni siquiera tú te llevas así de pesado con él! ¿Desde cuándo empezó de parecer una relación a una persona completamente desconocida que te ofende?
¿Humillar? ¿Por qué humillarte? De plano lo oculta como una estúpida broma todo lo que te hace, ¿qué tenía de divertido ser la burla de la taberna entera? Podías jurar que hasta Diluc se enteró de esa noche.
Solo faltaba que te haya engañado esa noche de la que vino super tarde. Estabas hasta el colmo, no ibas a permitir que continuará, ya no más.
- Venti, necesito un momento de tu atención - hablaste con cierta seriedad en tu voz, apretando tus puños.
- Mmh... Esta bien, ¿Que pasó ahora? - mira a su pareja con completo desinterés, después de que salieras corriendo de la taberna, "se perdió la diversión", estaba enojado contigo por arruinarlo, parece que le encanta el hacer estas bromas contigo.
- Bueno yo... - suspira profundamente. - Yo quería expresarme contigo, me siento muy mal cuando me dices todas esas cosas, me ofendes y lastimas, ¡yo siempre me esfuerzo por darte todo!, recuerdo muy bien que me dijiste: "no me importan las cosas caras o lujosas, me importan las cosas que vienen de tu corazón", dejaste de lado el hecho de que tuviera suficiente dinero para pagar una mansión si lo deseo, me amaste por mí, ¿verdad? ¿Ahora que es lo que cambio? ¿Eh? ¿Acaso todo lo que me dijiste en aquel entonces fue mentira? Porque ahora que te doy algo que viene de mi, lo rechazas como si no fuera nada.
- ¿Y sabes qué? Prefiero estar solo a seguir con esto, estoy cansado Venti, terminamos.
"Me duele el pecho, pero es la verdad, aún sigo enamorada de Venti pero, ¿qué más hacer? Ya lo intente de todo y no hay cambio alguno, al menos ya solté todo lo que decía mi mente, es hora de irme de este lugar y dejarlo a su suerte".
Te diste la vuelta y fuiste hasta la puerta principal, no quieres ni oír la respuesta de Venti. Tenías el suficiente valor como para haber dicho eso y no quieres sentir arrepentimiento.
De la nada una mano jalo tu muñeca con fuerza.
- ¡AH! ¡Venti, déjame! ¡duele!
- Lo haría si no fuera porque crees que tienes el derecho de romper conmigo. No saldrás de esta casa, ¿eres imbécil? Eres de mi pertenencia, si te marchas haré que tu reputación sea tan mala que te quedes sin una sola mora, sin un hogar en el que estar tranquilo. No me conoces lo suficiente, ___. Me ames o no, voy a estar contigo. - le lanza una mirada bastante furiosa. - Ahora, dime lo que quiero escuchar.
Tiemblas de terror, jamás habías sentido tal sentimiento, menos con tu propia pareja. Intentabas reaccionar pero simplemente el temor te detiene, y entre más tiempo permaneces en silencio, sientes como tu muñeca es apretada cada vez más fuerte.
- ¡ESTA BIEN, LO SIENTO, PERDÓN, SOLO DIJE COSAS SIN SENTIDO!
- ¡Ja! Así me gusta.
Deja de apretar tu muñeca para pronto tomar tu cintura y besarte de una forma agresiva, al separarse, simplemente te empujó contra la pared y fue hacia la planta de arriba.
"Esto no esta bien..."
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