El bardo un tanto conocido por Monstandt como "Venti" y tú, una simple habitante de dicha ciudad, habían iniciado una relación de tal vez casi 1 año, tu eras realmente feliz y él también, ambos disfrutaban de su relación, al menos eso pensabas por q...
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Saliste de tu hogar a caminar por la ciudad, se notaba que tú actitud era la de siempre y mostrabas una sonrisa que a todos les hace saber que la estas pasando bien.
Al menos eso aparentas.
Era todo lo contrario, Venti te dijo que a partir de ahora tu ropa va a ser elegida por él, "¡Eso no es justo! Se supone que yo tengo la misma libertad que tú de decidir que ponerme"
Pero al instante soltaba una amenaza de hacerte daño, sentías temor de lo que fuera capaz así que, solo tienes limitado asentir y bajar la mirada, ¿desde cuándo habías empezado a seguir "órdenes" de Venti?
En este momento tienes puesto ropa común, ropa que la mayoría de las personas de la ciudad usan, ¡claro que lo odias! Te gustaba y gusta destacar entre los demás como algunos de tus amigos, ¿por qué te reduces a solo ser del montón? Lo único "diferente" de tu ropa son unos guantes para específicamente ocultan la muñeca en la que hay un moretón, producto de tu "pareja" si es por así decirlo.
No solo le vasto limitar tu elección de vestimenta, también los lugares cuáles puedes visitar, uno de ellos es la misma ciudad y solo posiblemente Levantaviento...
— ¡___! ¿Estás ocupada? Quería invitarte junto a Eula, Amber y Bennett a-
Ni diste la vuelta para poder verlo puesto que te fuiste corriendo a tu casa de nuevo. Aether claramente se quedó confundido, "¿he dicho algo malo? No... No creo que esa sea la razón, ¿tal vez sucedió algo? Jamás la he visto actuar de esa manera" iba a ir detrás tuyo pero antes de poder hacerlo, se perdió en sus pensamientos y con ello te perdió de vista.
No fuiste directamente a tu hogar, tomaste otra ruta larga porque sabías que iba a perseguirte.
Venti te prohibió hablar con tus mejores amigos; Aether, Albedo, Kaeya, Amber, Eula... La mayoría de ellos que conocías. Solo por la razón de que si se entera, al llegar a casa iba a golpearte si era necesario, solo para que "entiendas que ahora eres de su pertenencia y de nadie más".
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¿Preparados? Se acabó lo "bonito y ligero" Ahora vamos al verdadero infierno.
