El bardo un tanto conocido por Monstandt como "Venti" y tú, una simple habitante de dicha ciudad, habían iniciado una relación de tal vez casi 1 año, tu eras realmente feliz y él también, ambos disfrutaban de su relación, al menos eso pensabas por q...
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No ha pasado mucho desde que Venti te había dado aquella cachetada, aún dolía la mejilla pero al menos no era tan molesto, solo te limitaste a poner una venda con hielo en dicha parte y no salir hasta que tu mejilla dejará de estar hinchada, no importaba, no quieres preocupar a Aether que sabes, que intenta saber que sucede en esta casa.
Pero... Es que... ¡Es difícil explicar! Primero dices que necesitas su ayuda, urgente, y luego dices que prefieres mantenerlo alejado y que no se meta en problemas, ¿por qué no puedes decidir bien que hacer al respecto?
Es divertido recordar cuando él te vio por primera vez y pensó que eras perteneciente de Liyue, te menciono mil cosas de allá, hasta pregunto cosas que no entendías, hasta que después de su insistencia dijiste: "Lo siento por no decirlo antes pero no parabas de hablar, no soy perteneciente de Liyue, solo me gusta vestirme como los de allá", nunca olvidarás como se había convertido en un tomate viviente aquel día.
Oíste como la puerta principal era abierta, cuando fuiste a ver, se trataba de tu "pareja", simplemente sueltas un suspiro y desvías la mirada, pero notas que esta borracho, como siempre...
Decides ignorarlo e ir a la cocina, para tomar algo de beber, necesitas salir de tus pensamientos aunque sea un momento. Estando distraída, no te diste cuenta de su presencia detrás tuya, hasta que te abrazo por tu cintura.
— Hoy estás *hip* muy bonita *hip* ¿no quisieras beber un poco de vino *hip* conmigo? — sonríe divertido el chico de estatura baja, depositando leves besos en su hombro y pronto en su cuello, dándole un par de escalofríos.
— No.
— Oh vamos~ ¡Te prometo que *hip* será divertido~! — oculta su rostro en el cuello de la contraria.
Volviste a negar y te soltaste de su agarre bruscamente, estabas enojada, odiabas este trato hacía ti, ya no sentías lo mismo hacía Venti, solo sentías incomodidad, inseguridad y enojo hacia él.
— Jaja *hip* ¿Es que acaso ya no me amas, ___~? *hip*
— ¡No, yo no te amo, ya no, estoy harta de que me trates así y no me dejes terminar con lo nuestro! ¡Ya no eres el mismo, te odi-!
Una bocanada de aire salió de tu boca al recibir una patada, cuál te hizo caer al suelo. Intentaste recuperar el aliento y aliviar el dolor pero, recibiste otra, y otra, y otra, y otra...
"PARA! POR FAVOR! VENTI, PARA!" suplicaba, intentando defenderte pero todo intento era completamente inútil, llegó a un punto que no puedes moverte por el dolor tan insoportable, cosa que hizo por fin que tu pareja se detuviera.
— No me *hip* hables así de nuevo, cariño... — ríe un poco y se retira a la sala a recostarse en el sillón, para posteriormente seguir bebiendo como si nada.
Jadeabas tomando tu estómago, "definitivamente voy a tener un moretón muy notable", pensaste y decidiste estar ahí acostada, tu abdomen duele horrible, aún si deseas no provocar a tu pareja, lo hacías sin querer, tal vez, buscabas tener esa oportunidad de salir de este horror que era disfrazado por "amor".
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