El bardo un tanto conocido por Monstandt como "Venti" y tú, una simple habitante de dicha ciudad, habían iniciado una relación de tal vez casi 1 año, tu eras realmente feliz y él también, ambos disfrutaban de su relación, al menos eso pensabas por q...
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- ¡Por favor Aether, ayudameee! - suplicabas a tu amigo, mientras lo agitabas de los hombros.
¿Qué era lo que sucedía? Bueno, básicamente querías darle una sorpresa a tu novio, ¿Por qué no? Tenía un tiempo desde la última vez que le diste un detalle así, además, con eso podrías recuperar su relación amorosa que tuvieron en algún momento.
Al menos eso piensas y deseas, la última conversación seria que tuvieron te dejo bastante mal, sientes en el fondo de tu mente que todo lo que pasa es y solo es tu culpa.
Solo que necesitas la ayuda de tu mejor amigo Aether con un par de materiales, supones que debía tener alguno de esos por sus viajes (y claro que sí, recolectaba todo lo que veía... Literalmente).
También le pediste ayuda a Lisa a planear algún regalo que darle, ya sabías donde llevarlo y con que adornar el lugar pero, ¡faltaba el regalo y un par de decoraciones!
- Jaja, okey, okey, solo por esta vez te ayudaré, de todas formas tengo de sobra - ríe levemente soltandose del agarre de su acompañante.
- ¿Enserio? ¡Gracias! Te ayudaré lo que sea después, gracias! - abrazaste al rubio emocionada, quién correspondió tu abrazo.
[ ... ]
Estaba todo listo, Aether te regalo un par de flores de otras regiones, con formas extravagantes pero bonitas a tu vista, también algunos adornos que conseguiste en la ciudad. Fuiste a comprar uno de los vinos favoritos de Venti y también un tocadiscos, planeas bailar junto a tu novio, como su primera cita, la cita en la que él te propuso que fueras su pareja con un tierno beso. "De tan solo recordar se me escapa un suspiro, dios, sigo pareciendo ese tonto enamorado de un principio, de seguro si Venti me ve, se reiría de mí y tal vez me llenaría de besos, ¡ya quiero verlo!".
Extrañas ver a ese Venti romántico y cariñoso que conociste, ¡hoy tienes pensado revivir esos dulces momentos!
Oh, ¡no olvidemos tu vestimenta!, era la más cómoda y linda que tenías [ la ropa es de su elección, por ello, no la describí ]. Habías citado a tu pareja en el acantilado estrellado por las 9 de la noche, habían un par de velas alumbrando el lugar, Aether era quien iba a llevar a Venti hasta ahí, pidiendo que se arreglará un poco, pero dejando en misterio el porque.
No tardaron en llegar al lugar después de un poco de espera, estabas temblando de nervios, deseas que todo saliera bien.
- Uh, Aether, ¿Por qué me vendas los ojos? - pregunta confundido con una pequeña sonrisa, sus ojos eran cubiertos por una tela.
- Ya lo verás, tu confía en mí, ¿bien?
Venti solo le quedó suspirar y asentir, fue guiado hasta el lugar acordado, "no te retires la venda, yo te la quitaré en cuanto lleguemos". Antes de poder irse,te miro y sonrió como forma de desearte suerte, para seguido irse rápidamente.
Te acercaste a tu pareja y le quitaste la tela que cubría sus ojos, le dedicaste una dulce sonrisa cuando tus ojos se toparon con los de él. Puedes sentir tus mejillas tener un ligero rubor carmesí, estabas emocionada y nerviosa a la vez.
- ¡Sorpresa! - exclama, apartándose de su vista, dejando ver el lugar bien adornado, que a cualquiera le encantaría, hasta por la emoción se echaría a llorar por tal bonito detalle.
Esperabas la reacción de tu novio, quien parecía inspeccionar el lugar con detenimiento en silencio, te miro a los ojos nuevamente y tomo tu mano delicadamente, para después sonreír.
- Es hermoso, me encanta, gracias cariño.
Pronto se acerco a ti y te dio un pequeño y suave beso, esto realmente te puso feliz, ¡Lo habías logrado! El Venti que amabas con tu corazón volvió a ti.
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Claro, que, eso te hubiera encantado pero, te habías dejado llevar por tu imaginación.
- Me esperaba algo mejor- suelta sin más.
- ¿Eh? ¿No te gusta? Lo siento yo... Yo creí que tú...
- ¿Lo iba a apreciar? No, de todas las cosas que pudiste hacer... haces esto? La verdad creía que te ibas a esforzar más.
Tus lágrimas empezaron a recorrer tus mejillas, ¿por qué? ¡Hiciste un gran esfuerzo por esta sorpresa! ¿Por qué no simplemente, aunque sea, te mentía?
- P-Por lo menos ve el regalo que hice, ¡por favor! - fuiste hasta donde dejaste aquel regalo y rápidamente volviste con tu pareja, sosteniendo un pequeño pastel que tú mismo hiciste, de su sabor preferido, a un lado estaba la carta que contenía el poema escrito.
Venti miro aquello que sostienes en mano, sin dudarlo ni pena alguna, lo tiro de tus manos al suelo.
- ¡Es horrible! Hasta cualquier persona de Monstandt cocina mejor que tú.
Te da la espalda y se fue de ahí, "¡Venti! ¡Te lo suplico, por favor! ¡Puedo mejorar! Realmente me esforcé, te amo, ¡no me dejes! ¡No es justo!..."
— No es justo... Por lo menos, dime de mentira que te gusta... Perdón — observa lentamente como aquel chico se va del lugar tranquilamente, pudiendo jurar escucharlo reír.
Mientras todo esto ocurría, una persona misteriosa vio la escena a escondidas, posiblemente era una persona que estaba de paseo, tal vez un personaje importante, quién sabe, pero una cosa sí se sabe... Es que vio todo, incluso en su rostro expresaba preocupación, ¡necesitaba ayudar! ¡acercarse hacia aquella persona que ahora estaba lastimada y llorando! ¿Pero cómo hacerlo?
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