-7.Julia.

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Al día siguiente Julia me invitó a tomar café a su casa y hablar un rato, acepte, ¿Qué puede salir mal?, pensé. Todo, todo podía salir mal.

Me dio su dirección y me dirigí hacia su casa, era una casa muy nueva y moderna, toque al timbre y rápidamente abrió, entré y contemple aquella casa, parecía un palacio, era enorme, preciosa, moderna...

Estuvimos hablando un buen rato, una hora aproximadamente, al rato me dijo que si quería ver su casa, le dije que si y me dio un pequeño tour por aquella lujosa casa, tenía grande vidriera, unas lámparas enormes, grandes puertas, una gran piscina, barbacoa, terraza, dos grandes azoteas y un sótano convertido en sala de juegos.

En la parte superior de la casa había una habitación en la cual no entramos, tenía mucha curiosidad, así que cuando Julia estaba despistada entre, allí estaba Sergio, atado, con mordazas en la boca y hambriento.

Sorprendido salí corriendo de la casa muy asustado, Julia me vio salir de la habitación y fue tras mí, pero no pudo alcanzarme. Estuve en casa pensando en lo que acababa de ver, no sabía si ir a la policía o que hacer, al rato Julia se presentó en mi casa, apague la tele e hice como que no estaba en casa en ese momento.

Se fue, pero no tardó en volver, está vez, golpeó la puerta de mi piso fuertemente, hice exactamente lo mismo de antes. Al día siguiente quedé con unos amigos de la infancia, los cuales no veía desde hace muchos años, mientras íbamos camino de la playa la vi, estaba mirándome fijamente, asustado le dije a mis amigos que tenía que irme, fue la mejor opción.

Al día siguiente volvió a mi piso, está vez le hablé a través del timbre electrónico, le dije que estaba a punto de meterme en la ducha y que no podría abrir, que viniera más tarde, nunca volvió.

El Secuestro De La IntimidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora