El Secuestro De La Intimidad

-8.Investigación-

Al día siguiente pase por comisaría para denunciar lo que había visto, no me creyeron. Les dije que me acompañaran a casa de Julia, y así fue, llegamos y fuimos directos a la habitación, pero ya no había nada, no sabía cómo explicárselo, les dije que estaba allí, que lo habría movido de sitio o algo, no me creyeron.

 Nos marchamos de su casa y yo me fui a la mía, ¿Qué abría pasado?, ¿Por qué no estaba en la habitación?, Muchas preguntas para nulas respuestas. 

Al día siguiente no pasó nada, estuve de descanso, me merecía uno después de todo lo que había ocurrido días antes. El día después de mis vacaciones pase por la puerta de la casa de Julia y había allí una patrulla de policía interrogándola, me acerque y pregunte que había pasado, los vecinos habían alertado de un mal olor que provenía de su casa, después de que yo viera a Sergio allí atado, lo había matado para que nadie sospechara y pensasen que yo era un mentiroso. 

Como dice mi abuela, se pilla antes a un mentiroso que a un cojo, y es completamente verdad, ahí una clara representación.

 Al paso de dos días acudí al funeral de mi amigo, estuve llorando la mitad del funeral, no podía soportar lo que estaba pasando. A Julia la metieron en la cárcel durante un par de años, así que estuve muy tranquilo hasta entonces.