CAPÍTULO XIII: DESEO

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Todo estaba en silencio, un silencio con un trasfondo perturbador. Kagome se mantenía a un lado de Inuyasha, quien se resentía de sus heridas incosciente. El medio demonio yacía acostado con una pequeña manta enrollada sirviéndole de almohada. Ni el monje, ni la anciana, ni el cachorro, estaban en la cabaña.

La suave luz titilante del fuego los alumbraba. El rostro de Inuyasha se turbaba, de vez en cuando fruncía el ceño y apretaba los labios, las marcas en sus mejillas aún no se desvanecían. Y eso preocupaba a Kagome.

¿Y si la espada no estaba funcionando y él seguía poseído por su mitad demoníaca?

Prefería pensar que no, aún así mandó al resto a refugiarse en otra cabaña. Ella sabía que era peligroso mientras estaba poseído y que, a diferencia de lo que le podría hacer a los demás, a ella no la mataría.

No, su demonio tenía otros planes para ella.

La muchacha suspiró una vez más pasando nuevamente el trapo mojado por el rostro y cuello de Inuyasha. Llevaba así tres días y aunque la anciana le dijo que él podía sobrevivir sin comer bastante tiempo, no podía evitar preocuparse.

Ella incluso se había encargado de lavarlo y limpiarle sus necesidades fisiológicas. No le asqueaba, ella estaba entrenada para cuidar de un compañero, harían lo mismo por ella en la milicia.

Se apartó de él para poder prepararse algo y comer. Miró levemente el cielo nocturno a través de una de las "ventanas" de la cabaña y concluyó que era una noche bonita. Le gustaría salir y pasear notando la brisa nocturna alzar su cabelloy revolverlo. Pero por ahora tenía una obligación.

Al menos las heridas que Sesshomaru le causó ya se habían sellado.

No entendía como dos hermanos podían buscar la muerte del otro. Kaede no sabía mucho de la historia de Inuyasha y juró no haber oído jamás que tenía un medio hermano. Pero Kaede había sido muy niña cuando su hermana e Inuyasha tuvieron algo.

Tragó rudamente los fideos y se sintió asqueada. Sabía que era absurdo sentir algo tan banal como los celos bajo las circunstancias en las que se había desarrollado la relación de Kikyo e Inuyasha. Pero no podía evitarlo, ella era muy posesiva y maniática, le gustaba tener el control sobre las situaciones que se le presentaban.

Y esa relación no estaba para nada controlada.

A pesar de todo lo que había pasado y hecho con Inuyasha, tenía una de sus famosas corazonadas. Ella sabía que ese "hombre" no se entregaría por completo, no mientras pululara por el mundo su antiguo rollo.

Así que Kagome sonrió ante una idea que fue más una silenciosa promesa. Juró que si esa mujer se metía en su camino más de la cuenta, lo pagaría al precio que fuera necesario. Ella no era alguien a la cual joder y no es que fuera una buena persona.

Después de todo era humana, ¿hay algo más cruel y malvado que un humano en la Tierra?

No.

◇◇◇

Sentía como si miles de agujas me perforaran el cuerpo. Había permanecido en la misma posición por demasiado tiempo y los calambres pasaban factura. Intenté abrir los ojos, pero por alguna razón me pesaban demasiado.

Recurrí a mis otros instintos. Un corazón bombeaba suavemente a mi lado, era alguien que yacía dormido cerca. Olí y su aroma relajó mis sentidos, era Kagome. ¡Oh, mierda! ¡Kagome! Recuerdo haber saltado sobre ella para cubrirla y luego...Oscuridad.

Al menos estaba bien y a salvo a mi lado. No había nadie más con nosotros. Sentí algo blando contra mi cuello y cabeza, supe que estaba tumbado. Traté de nuevo de despertar y oí como quejidos salían de mi garganta, entonces ese corazón cercano a mi comenzó a latir más rápido.

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⏰ Última actualización: Jun 21, 2022 ⏰

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Guntai軍隊 (Inuyasha X Kagome)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora