𝚂𝙷𝙴'𝚂 𝙺𝙸𝙽𝙳𝙰 𝙷𝙾𝚃 |Jean Kirschtein

ᴘᴀʀᴛᴇ ᴠ. ᴘʀɪᴍᴇʀᴀ ᴄɪᴛᴀ

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Ha pasado casi una semana desde el cumpleaños de Daniela Denzel y el incidente donde empujó a Pieck Finger dentro de una alberca, logrando que el profesor Nile Dok, le enviara un reporte. Ahora debe cumplir con horas de voluntariado en la limpieza de las piscinas de la universidad. 

Las clases me han mantenido ocupado, por lo que he visto pocas veces a mis amigos, exceptuando a Connie, ya que vivimos en el mismo sitio, y sería imposible no encontrarnos por la noche para jugar xbox un buen rato o acordar quién preparará el desayuno al siguiente día. 

Una vez finaliza la sesión de estadística, me cuelgo la mochila y saco el móvil para ver los horarios del metro. Esa tarde resolví visitar a mamá, aunque debo admitir, tengo planes ocultos bajo ese amable gesto; papá viene de visita esta semana y es la ocasión ideal para pedir prestado su auto, el mismo en el que recogeré a Dani para nuestra primera cita formal. 

Una idea perfecta, para una cita perfecta, con la chica perfecta. 

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El timbre suena un par de veces, en seguida se escuchan los pasos agitados de mamá y abre la puerta con una gran sonrisa, la casa despide un olor dulce y agradable. 

— ¡Jeanbo! Bienvenido, tesoro de mamá — en seguida soy víctima de besos y abrazos, el pequeño Bam comienza a mover su colita mientras olfatea una de mis piernas y yo intento respirar ante la euforia de mi madre. 

— Cariño, deja que el chico entre.

Mi padre sale al pasillo con un periódico entre sus manos y la corbata desordenada, me sonríe como siempre lo hace, y camino hacia él para darle un abrazo.

— Te eché de menos, viejo — digo palmeando su espalda. 

— La comida está servida, pueden conversar todo lo que quieran en la mesa — indica mamá y ambos la seguimos hasta el comedor. 

Cuando nos sentamos, comienza a servir el arroz, acompañado de pescado asado y muchas verduras, ella piensa que no como nada saludable viviendo solo, lo cual es verdad, sin embargo, nunca le he hablado de la rigurosa dieta que sigo con mi compañero de cuarto, puesto que se mudaría o comenzaría a enviarnos comida. 

— Papá, ¿Puedo usar tu coche el sábado por la noche? — pregunto después un buen rato hablando de la universidad y los casos que papá había resuelto las últimas semanas. 

— Mmm el sábado... claro, tu madre y yo cenaremos en casa con los Jaeger. 

— ¿Para qué quieres el auto, Jean? No piensas irte de fiesta y emborracharte o drogarte, ¿Verdad? 

— Para nada mamá, tengo una cita — menciono con un guiño — con la chica más guapa del planeta. 

— ¡Vaya! ¿Tu novia? — cuestiona mi padre alzando una ceja. 

— Aún no, pero, espero que pronto lo sea.

— ¿Cómo es? ¿De donde la conoces? ¿Qué edad tiene? ¿Es de buena familia?

— Calma mamá, basta con decir que es hermosa, tiene el cabello castaño y ojos del mismo tono, la conocí en la universidad, es de nuevo ingreso, y cumplió los 18 recientemente, su familia se dedica al mundo del espectáculo y... es todo lo que sé por ahora — me ruborizo un poco, no estoy acostumbrado a hablar de chicas con mis padres.