Capítulo 19

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Hipólita había llegado a Xebel junto con unas Amazonas sanadoras tan solo minutos después de que Mera la había llamado 

Ahora que ya no habían más secretos entre ellas, simplemente se había teletransportado apareciendo en la habitación de la princesa pelirroja 

Esperaba encontrar a su hija muy malherida, pero al verla, parecía que simplemente estuviera durmiendo, Mera se había encargado de sanar y limpiar sus heridas

Aún así se permitió examinarla rápidamente dándose cuenta que sus signos estaban estables sin alteración alguna y no se encontraba con temperatura ni mucho menos sudando frío

Parecía que su cuerpo estaba respondiendo bien ante el veneno

— ¿Cómo fue que esa cosa logró lastimarla? — preguntó Mera 

—  La mayoría de las criaturas tienen sangre de dioses en ellos, quedan muy pocas pero aún existen — respondió la reina amazona mientras se alejaba de su hija para darle espacio a las sanadoras 

Ambas observaban con ojo de águila el cómo las sanadoras hacían su trabajo 

— Creí que para tener sangre de dioses tenían que ser parientes o algo por el estilo... dudo que los dioses se hayan querido meter con criaturas como él 

— Te sorprenderías... 

La Xebeliana la miró como si estuviera bromeando y luego hizo una mueca — Qué asco 

— Oh querida, si eso te sorprende, espera a leer el libro completo de la genealogía de los dioses 

— Realmente no se si quiera leerlo — murmuró la pelirroja 

Hipólita soltó una risa 

— Si te soy honesta, no me sorprendería si esa criatura es pariente muy muy lejana de Diana — dijo con sinceridad 

Mera negó con disgusto 

— Por cierto ¿dónde está la criatura? dijiste que Diana la había traído 

— Bueno, no podía tener a esa cosa enorme en la entrada principal del castillo, así que lo escondí en el laboratorio de Dua 

—  Me gustaría que me llevaras para determinar cómo era — dijo Hipólita a lo que la Xebeliana accedió 

Las sanadoras habían extraído muestras de sangre de Diana para ver qué tanto le estaba afectando el veneno en su cuerpo

Mera las observó sorprendida

— Mi reina, hemos recolectado lo suficiente, estamos listas para volver a Themyscira a evaluar las muestras 

Hipólita accedió, no sin antes hacer que Mera le prometiera que le avisaría si sucedía algún cambio 

La pelirroja observó como ellas desaparecían en una luz dorada

— ¿A caso tú también puedes hacer eso? — le preguntó a su novia quien descansaba plácidamente 

Se dirigió a la cama y se acurrucó a su lado

— Y yo que creí que estabas en Xebel — se quejó 

Empezó a acariciar el cabello pelinegro con suavidad, ella creía que el que su novia fuera una diosa hija del mismísimo Zeus le haría sentir más segura de que estaría a salvo y que nada ni nadie podría lastimarla, pero se equivocó 

Una luz dorada la hizo sobresaltarse, creyó que era Hipólita por lo que le restó importancia y siguió observando a su novia 

— Eso fue rápido ¿Qué tal están las muestras? — preguntó pero no obtuvo respuesta

Wonder Woman & Mera IIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora