» Capítulo Once

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"Ojos diabólicos que me dicen 'ven y consíguelo'. Esta noche tú eres la presa y yo el cazador."

Scream; Usher.



Wooyoung.



El peso de su cuerpo sobre el mío no me es incómodo, al contrario. Se siente bien, sus manos recorriendo el mío y sus labios besando los míos. Me siento en otro mundo, caigo lentamente ante sus caricias y no quiero que termine. Sin embargo, lo comprendo todo. Mi mente me advierte que estar teniendo sexo con Choi San en el auto es producto de un sueño, y me obligo a despertar. Pero no lo logro o tal vez no quiero.

Veo sus ojos, que me miran con deseo, con ganas de seguir y seguir hasta el cansancio y sólo trato de acercarme a sus labios pero no puedo conseguirlo. Quiero besarlo, en serio quiero besarlo. Deseo hacerlo. Sus labios me parecen la octava maravilla del universo y lo tengo a unos centímetros, pero aún así me es imposible.

"Te juro que cuándo despiertes, te daré el mejor sexo de toda tu vida, Wooyoung."

Despierto de golpe, sudando y con un problema en mis pantalones de dormir, sin dudarlo. Mis manos golpean mi cabeza tantas veces que mi cerebro me odiaría por eso.



— ¿Ese sueño otra vez, Wooyoung?


Veo a Yeosang, preocupado. Niego. — No. No fue así.


— Estás rojo, ¿estarás enfermando?


Vuelvo a negar. — No es eso. Sólo tuve un sueño raro. Ya estaré bien.



Él no parece estar seguro, pero deja de interrogarme y desaparece de mi habitación. Agradezco que no pueda leer la mente, de lo contrario, tendría que estar explicando por qué sigo repitiendo la escena en mi cabeza una y otra vez.

Tengo el corazón acelerado de tan sólo pensar en lo real que se sintió estar con San de ese modo. Pienso en la posibilidad de que haya sido un demonio pese a no creer en ellos, pero dado lo que mis ojos pueden ver, puedo esperar cualquier cosa.

La pregunta aquí realmente es: ¿por qué Choi San?. ¿Será el hecho de que fue la última persona que vi y mi cerebro lo tomó cómo opción? O definitivamente puede ser el hecho de que San me dijo que estaba coqueteando conmigo. No, eso no puede pasar. Él es mi estudiante interno y yo su supervisor. Seremos colegas en el área de trabajo tarde o temprano, así que debo evitar ese tipo de contacto de ahora en adelante. No puedo distraerme de las cosas que necesito hacer y perder el tiempo en algo momentáneo. En algo que tal vez al mes ya no durará o que simplemente sólo fue una equivocación de Choi San. Tal vez, ni siquiera le gusto y sólo estoy alargando las cosas, imaginando algo que no va a pasar. Si, estoy seguro que se trata de eso.



— ¿Qué estás viendo en la radiografía, Choi?


— Es su ¿húmero? Veo que está un poco fracturado en esta parte.


— Así es, incluso si lo ves, no puedes notificarle nada al paciente. De eso se encarga el médico, ¿entendido?


— ¡Claro que si! — San me sonrió.



Mi corazón volvió a traicionarme y latió con fuerza por su causa. Me enojé conmigo mismo por ese hecho. Intentaba mantener una distancia entre él y yo, pero Choi San tenía otros planes. Sus ojos se quedaron viendo los míos mientras me dedicaba una sonrisa de medio lado. Fue dulce, no había segundas intenciones, pero ¿por qué me puse nervioso? Dios, esto estaba de mal a peor y yo no hacía algo para evitarlo. El sueño que tuve vuelve a reproducirse en mi cabeza cómo si fuera un video que grabé y guardé para verlo más tarde. Trato de sacudir esos pensamientos pero me es inútil.

Cursed Eyes » SanWooDonde viven las historias. Descúbrelo ahora