» Capítulo Nueve

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"Noche azul. Lo que me llama desde muy lejos, ¿es luz u oscuridad?"

— Blue, Onew.



Choi San.



— Cuando dijiste cita no pensé que te referias a esto.


— ¿Por qué? ¿Estás decepcionado de que no fuera una cita? Podemos tener una, si tanto te interesa. — Reí, algo coqueto con el comentario.


Wooyoung se ruborizó y luego parecía enojado. — No digas tonterías. Pensé que era algo importante, pude aprovechar el fin de semana para resolver unos papeles del trabajo.


— Esto es importante y también debes dejar el trabajo de lado en tus días libres.



Actúa cómo si no tuviera más opciones, se ve decepcionado y yo no paro de pensar en lo adorable que se ve. Wooyoung suspira, me mira y asiente. La noche está fría, el lugar está apagado y eso hace todo más espeluznante. Me llama mucho la atención que encontraremos en esta escuela abandonada.

Leí en internet que la escuela ha estado de esta manera por años y que nadie se ha animado a entrar para restaurarla o simplemente investigar qué rayos sucede. Nos adentramos en la escuela, Wooyoung está a mi lado y lo noto mirando a todos lados. Eso hace que mi vista siga todos los lugares que ha visto sin encontrar nada.



— ¿Ves algo?


Él niega. — Sólo me aseguro. Que estemos en lugares abandonados, no quiere decir que hayan espíritus. —pausa— Es decir, cristales.


— Yo investigué, dicen que nadie entra aquí porque ven cosas extrañas. Movimientos extraños. — trato de sonar misterioso, pero me gana la risa.


Wooyoung niega, cómo si ya no tuviera remedio conmigo. — Puede ser personas sin hogar que utilizan este lugar para dormir. —él suspira— No puedo creer que esté de este modo un viernes en la noche.


— ¿Te molesta estar conmigo? —fingí estar indignado.


Él se disculpó de manera inmediata. Me reí. — No es eso. Sólo salí de mi zona de confort. Eso es todo.



Lo entiendo y asiento. Seguimos explorando la zona. El lugar comienza a verse más oscuro, así que encendemos las linternas de nuestros móviles. El viento se cuela por las pocas ventanas abiertas que quedan y los árboles cercanos se escuchan al chocar sus ramas con las que están cerradas. Me da escalofríos, pero es por la brisa a la cuál nunca termino de acostumbrarme. Odio el frío tanto cómo detesto el pastel de chocolate. Wooyoung camina sin miedo alguno, él mira el lugar cómo si de su casa se tratara.

Algunos pupitres están en buenas condiciones pese al tiempo que llevan aquí, mientras que otros comienzan a deteriorarse. Los pizarrones están destruídos, y los que quedan están escritos con una tiza que ya está a punto de borrarse. Suspiro, es triste cómo dejan perder un gran lugar cuándo pueden reabrirlo o darle un nuevo uso.



— Creo que vi algo. — Wooyoung habla sacándome de mis pensamientos.


— ¿Un cristal?


— No estoy seguro, se movió muy rápido. Tal vez una rata.


— ¿R-rataaa? — mi voz sale más aguda de lo que podía controlar.


— No puede ser que Choi San le tenga miedo a las ratas y no a los fantasmas. — él se ríe de mi debilidad.


— Las ratas pueden morderme, los fantasmas no. —me defiendo.


Cursed Eyes » SanWooDonde viven las historias. Descúbrelo ahora