Cursed Eyes » SanWoo

» Capítulo Dos

"¿Por qué tengo miedo de esta
oscura niebla?"

— Mist, Ateez.

Comencé a correr por todo el bosque, aunque no entendía por qué. Sólo tenía esta extraña sensación de que algo estaba mal y yo iba a morir. Corrí, lo más lejos que pude esa extraña y oscura niebla que amenazaba con arroparme por completo. Sin embargo, no importaba cuánto corriera, yo quedaba atrapado en esa niebla.

Despierto de golpe, sudado y mirando la pared frente a mi. Me quito la sábana que me arropa medio cuerpo y escucho a Yeosang a lo lejos. Está preocupado, pero todavía no soy capaz de verlo.

— ¿Ese sueño otra vez?

Sólo asiento mientras sigo calmando mi respiración. Ese sueño sigue siendo constante en mi. No cambia, no hay nuevos detalles, todo sigue igual. Yo corro en un bosque y al final la niebla me atrapa. ¿Qué significa? No lo sé. He buscado en todos los libros habidos y por haber, pero no hay nada detallado. Sólo dice que un sueño repetitivo tiene contenido negativo que involucra emociones como el miedo, la tristeza, la ira y la culpa. Aún así, no he podido llegar a una conclusión.

Tratando de olvidar todo, sigo con mi día cómo de costumbre. Me despido de Yeosang que hoy decide quedarse en casa y yo voy directo a mi trabajo, que, hoy tengo a un estudiante a punto de graduarse, a mi cuidado.

Suspiro antes de entrar. No me agradaba la idea de cuidar de otros y mucho menos un estudiante, pero, trataba de ponerme en su lugar y pensar que yo pasé por eso hace unos años y fue un tanto complicado. No sólo el hecho de tener a un supervisor arrogante que solamente hablaba de su vida y lo genial que podía llegar a ser, si no, la cantidad de espíritus que veía era descomunal.

Mi vista en ese entonces sentía que empeoraba, los veía más seguido y amontonados, estaba aterrado. Nunca había visto más de tres juntos, en el mismo sitio. Tiempo después, me enteré que en ese hospital hubo una explosión dónde murieron muchas personas y algunos cuerpos nunca fueron encontrados. Entonces, ellos quedaron atrapados ahí, sin poder avanzar.

Lo triste de esto es que, aunque a veces intente ayudarlos, en ocasiones no se puede. Ya sea por sus asuntos pendientes son imposibles de cumplir o cómo es el caso de Yeosang, no recuerdan cuál es.

— Buenos días, soy el nuevo aprendiz.

Salgo de mis pensamientos, veo a este chico, con su uniforme de color vino, el cabello castaño oscuro peinado hacía atrás y una amplia sonrisa que es dedicada hacia mi. El chico hace una pequeña reverencia antes de entregarme su documentación y explicarme todo sobre su estancia conmigo en el hospital.

— Entonces, te llamas Choi San, — él asiente, sin perder la sonrisa y mostrar ese hoyuelo en su mejilla— tienes veinticuatro años y requieres ciento treinta y cinco horas.

— Eso es correcto. Por el momento, estoy martes y jueves con usted, pero si me permiten otros días, sólo dígamelo y yo vendré.

— De hecho, prefiero que me llames por mi nombre.—sonreí— Esperaba que fueras más joven, pero sólo soy mayor por dos años, así que está bien.

— Aah, —se ríe, me hace verlo y noto como sus ojos se achican y sale un hoyuelo— es que comencé tarde la universidad, espero que no sea un problema para us–, para ti.