Park Jimin, un joven médico que en medio de una crisis existencial decidió alistarse en el ejército para aportar su ayuda humanitaria. ¿El problema? ser un omega, cosa que no era aceptado en ese ambiente.
Min Yoongi, un serio e intimidante alfa, Co...
Un suave murmullo lo despertó. Hacía apenas unas horas había caído rendido sobre una camilla en la esquina de la tienda. Hoseok lo miró con pena, su rostro demacrado le había hecho perder ese brillo natural en sus ojos con el que había llegado.
Se puso de pie rápidamente, refrescó su cara con algo de agua.
El suboficial le alcanzó unos zapatos mucho más pesados que los que llevaba, también le dio un casco y un chaleco antibalas. -De verás es necesario que se ponga esto doctor- dijo tranquilamente
-Gracias- respondió y procedió a ponerse todo.
Caminaron en silencio hasta el vehículo que ya tenía el motor en marcha. El silencio de la noche era aterrador.
Jimin miró hacia todos lados como si sintiera que alguien los observaba. -¿Es seguro este lugar?- preguntó al soldado mientras subía al camión.
-Aquí, ningún lugar es seguro doc- contestó casi con pena.
Jimin solo asintió y esperó a que el vehículo arrancara.
Llevaban un par de minutos de viaje, cuando el suboficial decidió romper el silencio. -No odie al Coronel, él no es lo que parece, es solo que no es fácil el lugar que ocupa- soltó mirándolo.
-Creo que todo aquí es difícil, no es excusa para ser una mierda- espetó con molestia.
Hoseok sonrió pero su sonrisa se convirtió en una mueca triste. -Hace un año, cuando la guerra apenas había comenzado el Coronel llegó aquí junto con su hermano mayor, él era el coronel en ese momento y Min solo un teniente, a los pocos días, cuando ambos llegaron al frente de batalla, una falla o un error de cálculos, no sé que fue, lo cierto es que el enemigo estaba más cerca de lo pensado. El coronel Min, el hermano mayor de Yoongi, quedó atrapado en el fuego cruzado. Yoongi corrió desesperado y entre varios soldados tuvieron que detenerlo para que no corriese la misma suerte de su hermano. Vio su cuerpo bajó los pies de los soldados enemigos y no pudo siquiera llevarlo al búnker, darle una sepultura decente. El cadáver de su hermano se desintegró por completo y Min solo pudo ver como eso sucedía. No lo he visto sonreír desde aquel día. Nunca más se permitió sentir algo por nadie aquí, supongo que habrá sido doloroso aquello y de alguna manera puedo entenderlo. No debe ser fácil perder a alguien de tu familia- la explicación fue lenta mientras manejaba hacia el lugar donde debían encontrarse con los demás.
Jimin tomó aire, realmente no se imaginaba algo como eso. El solo echo de pensar que algo tan horrible le pasara a su propio hermano le hizo erizar la piel. Ninguno dijo más nada, solo se dedicaron a ver el camino por donde viajaban.
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Un gran número de soldados iba acomodándose en distintos camiones, el coronel Min veía cada movimiento, cuando el último subió él lo imitó y se pusieron en marcha. La noche era la única testigo de su camino silencioso. Todos y cada uno inmersos anticipando lo que vendría. Poco a poco cada camión se fue deteniendo, la luz de la luna había comenzado a bajar para darle paso a un nuevo amanecer.
