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Tener veintitrés y trabajar como repartidor de comida en turno nocturno en una ciudad como esta no era el estilo de vida que desearía tener, duermo casi nada en la noche y por el día tengo que trabajar más y estudiar, estoy bastante estresado siempre, tal vez a eso se deba el insistente dolor en mi cuello que me paraliza algunas veces.
Mientras preparaba la comida que estaba por ir a entregar escuche una conversación que me llamó la atención.
-El principe solitario de la ciudad sale de su castillo para asistir al evento de caridad del alcalde.- Una chica morena de cabello corto sostenía el periódico mientras leía la nota.- hacen tanto escándalo por un ermitaño, solo porque es rico y "guapo".-Dijo entre comillas lo último haciendo notar su sarcasmo en la voz, Selina mi compañera de trabajo estaba quejándose otra vez con su novia Annika quien reía por las muecas de la morena.
-Tanto te enoja ese sujeto?.- Camine hacia las dos chicas para unirme a la conversación, parecía divertido, claro hay que burlarse de los privilegiados para esconder nuestra envidia.
-No es tanto él.- Selina volteo a verme con una sonrisa de lado, indicando que no estába siendo completamente sincera.- quiero decir, que le pasa a esta ciudad, están idolatrando a un completo raro, el tipo ni siquiera sale a dar alguna vuelta y ver como esta el mundo real.- hizo una leve pausa para tomar aire.- me quiero ir lo antes posible de aquí... Además tienen de héroe a un tipo disfrazado de gato o algo.
Reí fuerte por la última parte de las quejas de mi amiga, era verdad si Batman no tuviera el logo de un murciélago yo perfectamente pensaría que es un gato.
Mi reloj vibrando me indicó que tenía que salir rápido a hacer la entrega, les dije a las chicas que cerrarán mientras me esperaban adentro para que las acompañará al apartamento donde vivíamos los 3 juntos, apretados pero entre nosotros nos apoyabamos.
Me subí a la moto y comencé a conducir a donde me indicaba el GPS.
Oh Selina estaría muriendo ahora mismo, el pedido era de nada más y nada menos que de la mancion Wayne, que clase de conveniencia del guión barata era esta?
En la entrada de la mancion me tope con un enorme portón de hierro que impedía mi paso, toque el timbre y una voz monótona y fría se escucho por el parlante.
-Quién es?
-Soy del restaurante de.- ni bien había terminado de hablar y el portón ya se había habierto.
Maneje un poco más en la moto hasta llegar a la puerta principal. Una puerta grande y vieja, toque con un poco de inseguridad y se escucharon unos pasos fuertes aproximándose.
-Gracias.- Un hombre de aproximadamente veinte años abrió la puerta, un hombre con una expresión cansada, el holor a sudor y metal se mezclaban de forma desagradable en mi nariz y podía ver con claridad que su cabello no estaba limpio, junto a esto se le sumaba que el hombre tenía abundante sombra negra en sus ojos y por toda su cara.
