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Soojin caminaba sin rumbo fijo, sus piernas se movían por si solas, su cabeza iba pérdida en sus pensamientos

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Soojin caminaba sin rumbo fijo, sus piernas se movían por si solas, su cabeza iba pérdida en sus pensamientos. De un momento a otro comenzó a llover, las gotas frías se pegaban en su cuerpo haciendo que soojin chasqueara la lengua mientras comenzaba a correr para buscar un lugar donde refugiarse.
Luego de casi media hora, por fin encontró un viejo local de discos, se paró bajo el toldo algo viejo y desgastado y se llevó sus manos a su cabello tratando de exprimir el agua acumulada en el. No necesitaba verse para darse cuenta que de seguro se veía hecha un desastre; su ropa mojada y arrugada, su cabello enredado y empapado, su maquillaje corrido y sus emociones desbordando negativamente causando que la pobre no pudiera dejar de sentirse mareada.
Se dejó caer sobre el suelo, sacó de su pequeño bolsillo su celular y vió la hora, 5 minutos para las 9, había estado caminando por una hora.
Volvió a guardar el objeto y miro la calle vacía, sus padres de seguro ya estarían de regreso a casa, no tenía tiempo de llegar antes que ellos y para ser honesta, ni siquiera tenía ganas de volver.
Se acurruco sobre sus piernas, escondiendo su cabeza entre ellas y asi volviendo a llorar, sin darse cuenta una figura robusta camino hacia ella, la veía sin expresión alguna. Se agachó a su lado, solo unos metros frente a ella, sacando un pañuelo de su bolsillo se lo acercó y la chica finalmente se dio cuenta de su presencia.

- ¿seojun? -cuestionó sorbiendo su nariz- ¿qué haces aquí?

- te seguí -admitió escogiendose de hombros- quería asegurarme de que llegaras bien a tu casa pero, solo caminaste sola hasta que empezó a llover...

Ella no contestó, no tenía palabras para decir. No era el la persona a la que quisiera tener enfrente en estos momentos, mucho menos después de su pelea.

- cuando la lluvia pare, ¿quieres que te llevé a casa?

- tú deberías volver a tu casa -contestó cortante, desviando la mirada a otro lado-

- lamento lo que te dije -mordió su labio inferior, ella lo miro con sorpresa, no esperando escuchar aquellas palabras salir de sus labios- no soporto que hablen de lo que le pasó a Seyeon, asi que termine diciéndote cosas horribles...

- ¿por qué ahora te disculpas?

- era la persona menos indicada para decirte que tu enamoramiento es patético -se acercó más a ella- el mío también lo es... tampoco pude evitar enamorarme la novia de mi ex mejor amigo...y sé que si aún fuésemos amigos...tampoco hubiese evitado fijarme en ella -sonrió, de una manera en la que Soojin nunca lo había visto sonreír, no era una sonrisa feliz, sarcástica o coqueta como las que solía mostrar siempre. Era una sonrisa triste-

- solo esperaba poder pasar este día con el -bajó la mirada- era lo que más quería, pasar esta fecha especial junto a una persona especial... junto al único chico que he amado los últimos años... -de nuevo, las lágrimas brotaban de los ojos de soojin- no odio a Jookyung...de verdad que no -sonrió- lo que odio es saber que ella si pudo enamorarlo apesar del poco tiempo juntos y yo...que llevó toda mi vida a su lado, no pude nisiquiera hacerlo dudar un poco

El no decía nada, se dedicaba a escuchar, por primera vez en todos sus años de conocerse el uno al otro, Soojin lo estaba dejando verla frágil, verla llorar y dejando que escuchara como se sentía.

- cuando le dije que me gustaba, el no dudó en rechazarme...

Las lágrimas se intensificaban, su voz se quebraba y sus manos temblaban, no sabía si esto último era a causa del frío que sentía por tener la ropa toda mojada o por lo ansiosa que se sentía al recordar el día de su rechazo.
Seojun extendió su mano, la cual aun contenía el pañuelo que le había ofrecido minutos atrás, lo puso con cuidado sobre su rostro causando que esta volviese a elevar la mirada, sus ojos se encontraron, ambos tan oscuros como la noche.
Seojun limpiaba el rastro de agua y lágrimas de las mejillas de soojin, ella tragó saliva ante la cercanía, nunca antes su rostro había estado tan cerca del de seojun.

- ¿quieres que te llevé a tu casa?

- no quiero ir a casa... -susurró con miedo-

- entonces, te llevaré conmigo

Seojun se levantó del suelo, tomó del brazo a Sooji y la estiró poniéndola de pie, sin soltar su brazo la llevó hacia donde había estacionado su motocicleta. Le pasó el casco sobre su cabeza, asegurándose se ajustarlo bien, la ayudó acomodarse y después el mismo se acomodó en su lugar.

- agarrate fuerte, aún esta lloviendo asi que no iré tan deprisa -avisó, soojin asintió y colocó sus manos alrededor de la cintura del más alto-

El motor arrancó y la motocicleta comenzó andar.

Dos solteros en San Valentín Donde viven las historias. Descúbrelo ahora