Donde los codiciados solteros, Kang Soojin y Han Seojun, deciden pasar juntos el día de los enamorados.
-¡𝘺𝘢𝘩, 𝘏𝘢𝘯 𝘚𝘦𝘰𝘫𝘶𝘯, 𝘲𝘶𝘪𝘦𝘳𝘦𝘴 𝘱𝘢𝘴𝘢𝘳 𝘤𝘰𝘯𝘮𝘪𝘨𝘰 𝘚𝘢𝘯 𝘝𝘢𝘭𝘦𝘯𝘵í𝘯!?
-¿¡𝘢𝘩!?
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El día en que Han Seojun se dio cuenta que sus sentimientos por la más baja habían cambiado, fue un día con mucha lluvia. Ambos empapados después de correr para tratar de encontrar un lugar donde refugiarse.
—¡yah, Han Seojun, dijiste que habías comprobado el pronóstico del clima! —le gritó mientras se veía todo su uniforme empapado—
—¡lo hice! —se defendió— ¡no decía nada de lluvia, solo muchas nubes!
Ella le pegó con su codo. Finalmente se decidió a verla, con miedo de que ella tuviese esa aterradora mirada de desaprobación en su rostro. En cambio, trago saliva mientras veía las gotas caer sobre su frente, su cabello completamente mojado y enredado, su uniforme en el mismo estado, sus labios temblando por el frío que debía sentir.
Se veía hermosa.
—bien, pues a la próxima asegúrate de revisar mejor —volvió a hablar y se volteo para seguir viendo la lluvia mojar las calles de Corea—
Por alguna razón, no podía dejar de verla, sintiendo que su pecho se apretaba mientras contenía las ganas abrazarla. El fugaz dejavú del día de San Valentín vino a su memoria, como fue justo una tarde de lluvia cuando se sinceraron el uno al otro, cuando la vio frágil por primera vez, cuando compartieron aquel beso.....
Sus mejillas se tiñeron de un rojo intenso, mientras desviaba la mirada.
—¿te sientes bien? —preguntó ella— tienes las mejillas rojas —estiró su mano hasta tocar la frente del más alto, este se tensó— no tienes fiebre
Sus ojos se posaron en sus labios, se veían tan suaves como esa vez
—¡yah, no me toques! —apartó su mano, más brusco de lo que quería, pero sus nervios lo ponían ansioso—
—no tienes que ser un idiota —rodo los ojos mientras se hacía a un lado— parece que la lluvia no va parar pronto, ¿qué hacemos?
—vamos a mi casa —respondió sin pensar, se dio una bofetada mental cuando su mente conecto con sus labios—
—¿tu casa? —lo pensó— bien, papá está en el turno nocturno de todas formas —sonrió y tomó rápido la mano del chico mientras lo estiraba para comenzar a correr a la parada de autobús—
En ese instante, su corazón latió como loco, todavía pensando que ella se veía hermosa mientras corrían, ambos sonriendo sin importar si podían resfriarse por el clima.
Aquel día, fue cuando Han Seojun se dio cuenta que le gustaba Kang Soojin, su ex rival y más reciente amiga.
