Donde los codiciados solteros, Kang Soojin y Han Seojun, deciden pasar juntos el día de los enamorados.
-¡𝘺𝘢𝘩, 𝘏𝘢𝘯 𝘚𝘦𝘰𝘫𝘶𝘯, 𝘲𝘶𝘪𝘦𝘳𝘦𝘴 𝘱𝘢𝘴𝘢𝘳 𝘤𝘰𝘯𝘮𝘪𝘨𝘰 𝘚𝘢𝘯 𝘝𝘢𝘭𝘦𝘯𝘵í𝘯!?
-¿¡𝘢𝘩!?
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Las lágrimas habían parado, pero sus ojos terminaron todos rojos e inchados. Intento ir a la enfermería, pero estaba cerrada con un letrero que decía "Tuve que salir de urgencia, cualquier cuestión busque ayuda en la sala de maestros". Así que finalmente, tuvo que rendirse y regresar a su salón de clases. En el camino, vio a Seojun caminando mientras cargaba una caja (seguramente encargo de su profesor), tomó aire y apretó sus puños mientras caminaba hacia el, pero entonces otra figura apareció
-¿Necesitas ayuda, Seojun-oppa -pregunto la chica, con una ligera sonrisa en sus labios-
Soojin se paró en su lugar, mientras observaba atenta el momento.
-no, pero gracias Yujeon -sonrió-
-iba a la enfermería, pero te vi y quise acercarme -puso sus manos atrás de su espalda, mientras se mesia de un lado a otro-
-¿te sientes mal?
El ligero tono de preocupación con la que el chico se lo preguntó, acompañado de esos ojos de cachorro con los que de repente la miro, hizo que su corazón se apachurrara como hace un rato. Tragó saliva mientras comenzaba a caminar nuevamente.
-estoy bien seojun-oppa, mi maestra me mando a buscar una medicina para ella -la menor volvió a sonreír, y Seojun se hizo para atrás más tranquilo-
Estaba apuntó de decir otra cosa, pero la chica caminando hacia ellos llamó su atención, sonrió mientras se daba cuenta que era Soojin, sin embargo su sonrisa se borro al notar como esta tenía la mirada baja y paso a su lado ignorandolos. Aquello hizo que una punzada llegará al más alto.
-lo siento Yujeon, tengo que irme -avisó el chico mientras se alejaba-
-¿ah?, esta bien ¡hasta luego seojun-oppa! -la chica volvió a caminar hacia su destino felizmente-
-¡soojin! -hablo Seojun, pero ella lo ignoro y siguió caminando- ¡Kang Soojin! -insistió, pero no tuvo éxito-
Irritado por no saber el porque a la repentina actitud de su amiga, dejó la caja en el suelo y corrió hacia la contraria, tomándola del brazo y obligándola a girarse y verlo.
-¡Yah, Kang Soojin! -se calló, al notar que estaba llorando- ¡¿ah, qué te pasa, te sientes tan mal!? ¡Te dije que no comieras esa extraña sopa! -Seojun tocó su frente con su palma- no tienes fiebre, dime donde te duele
Ella lo miro dudosa, pero entonces llevo su mano libre hacia su pecho.
-aquí -habló-
-¿eh?
-me duele aquí -afirmó mientras sentía sus piernas temblar-
-¿el pecho? -ella negó- ¿¡yah, te duelen los pulmones!? -pregunto más alarmado esta vez-
