~MELANY~
Luego de la explicación de nuestras funciones y el uso de los trajes procedimos a la asignación, uno a uno nos fueron entregando nuestros trajes y lo primero que debíamos hacer era adaptarnos a la movilidad así que nos pusieron a hacer calentamiento como lo hacíamos en el colegio antes de hacer deporte. Los primeros minutos fueron muy difíciles, el simple hecho de moverse era un gran desafío, parecíamos verdaderos robots mal hechos; sin embargo, poco a poco nos fuimos adaptando al movimiento y ya todo iba siendo más fácil bajo las recomendaciones del supervisor. Él tenía por nombre Jesús y estaría a cargo de todo nuestro entrenamiento, sin embargo, no era nada estricto comparado con el Sargento Pablo.
– ¡Schell y Gómez! al frente –vociferó él, luego de que nuestros cuerpos se habían acostumbrado a estar con los trajes –El resto a los asientos.
Un hombre de unos 35 años más o menos y yo nos detuvimos y comenzamos a caminar hacia el centro del gimnasio mientras un poco confundidos y el resto se miraban en el mismo estado que nosotros. De las paredes surgieron varias sillas más que suficientes para que todos se sentaran
–Por ahora sus trajes están cargados con espadas de madera y un arma con balas de salva, quiero que combatan hasta la "muerte" del otro. Antes de eso vayan al borde un momento.
Hicimos caso y todo el suelo se abrió desde la mitad y hacia los lados, del subsuelo emergió una especie de campo de batalla con rocas, árboles y grama como si fuera una pradera.
–Ahora vayan cada uno a un extremo y colóquense de espaldas, yo les daré la orden y ustedes comenzaran a luchar –asentimos y acatamos la orden - ¡Ataquen! –vocifero y nos pusimos en marcha.
Yo inmediatamente gire mi cuerpo 180º y localicé a mi adversario, cerca de él estaban dos arbole, yo por mi parte me oculte detrás de una gran roca que estaba a mi derecha para esperar su movimiento. "Si esperas a ver el movimiento de tu oponente será muy tarde para atacar", me vino ese pensamiento a la cabeza de cuando estaba en entrenamiento de combate. Salí de mi escondite por el lado derecho para avanzar por el borde aprovechando un grupo de árboles que estaban y escuche un disparo; por suerte frené a tiempo y la bala paso cerca de mí, busque el origen del disparo y vi al hombre de apellido Gómez avanzando sin temor con una pistola en la mano derecha y con la otra mano ocupada por una espada.
–Espada izquierda –exclamé rápidamente y mientras la espada llegaba a mi mano, con la derecha tomé la daga y seguí corriendo.
Él disparó nuevamente, pero debido a la distancia la bala no pasó muy cerca de mí, imaginé que el tiro anterior tuvo más precisión porque predijo que saldría por ese lado; sin mucha tardanza llegue a otro árbol, pero en lugar de seguir con mi plan anterior decidí desviar mi rumbo e ir directamente hacia él. Esto lo sorprendió y aun así sin dudar mucho apuntó nuevamente y jalo el gatillo, este disparo me rozó el brazo derecho lastimándome un poco, pero dándome el tiempo suficiente para acercarme. Al estar suficientemente cerca, antes de que pudiera darle chance de disparar nuevamente, arrojé la daga a la mano con la que sujetaba la pistola, esto hizo que se desplazara hacia su derecha para esquivar el ataque; en ese momento arremetí en su contra, pero no lo suficientemente rápido pues él pudo usar su espada para frenar la mía produciendo un sonido metálico por el choque. Un poco sorprendido intento dar otro espadazo, pero yo me agache y roté levemente con una pierda extendida logrando tumbarlo.
–Espada derecha –exclame.
Mientras la espada salía él intento dispararme estando en el suelo, yo usé la espada que estaba en mi mano izquierda para golpear su mano izquierda logrando desviar el disparo y, además, que soltara la pistola; ya teniendo la otra espada en mano di una estocada con poca fuerza directo en su pecho.
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Tenshis: de humanos a ángeles
Science FictionLa evolución siempre ha estado presente en la naturaleza, pero cuando un grupo de científicos intenta hacer que la humanidad evolucione artificialmente, toda la sociedad se vendrá abajo. El 40% de la población mundial obtiene superpoderes dignos de...