CAPÍTULO 22: "CARTA DE UN AMIGO"

7 6 0
                                    

~MELANY~

"Para Melany Schell".

Decía el sobre que me entregaron, respire hondo y, estando sentada en mi cama, tomé el valor de abrirlo y comenzar a leer la carta:

"Querida amiga, sé que llevo poco tiempo conociéndote pero admito que me has impresionado, eres una chica maravillosa y debo admitir que: ¡Me gustas mucho! No te voy a mentir, al principio no sentía ni una pizca de interés en ti, pero poco a poco, con cada logro que obtenías me dejabas asombrado; recuerdas esa carrera de obstáculos en donde estaba escalando una pared casi finalizando, en ese momento los brazos me fallaron y caí, aterrizando literalmente sobre ti. Creí que te enojarías debido a tu carácter de siempre, pero no pudiste evitar reír. Ese tipo de cosas, poco a poco, me hizo descubrir que no solo eras Melany "novata" Schell, la chica ruda y seria del ejército; sino que dentro de ti habitaba un alma noble que quería servir a los demás y protegerlos. Quizá nunca leas esta carta, puesto que no creo tener la valentía de entregarla, mucho menos decirte todas estas palabras en persona; pero igual te diré esto: Eres una gran amiga y estoy muy feliz de haberte conocido"

Esas palabras me rompieron el corazón, no pude evitar romper en llanto, el cual luego se aplaco un poco y se convirtió en sollozos, una y otra vez tenía esa imagen en la cabeza" el sonriendo para mi luego de haber recibido una descarga eléctrica para salvarme.

— ¡Oye Mel, Sal de ahí! Necesitas comer algo —gritó Carlos desde afuera de la habitación.

Se comenzaron a escuchar golpes en la puerta y ellos seguían diciendo cosas para tratar de animarme, yo simplemente los ignoré, no estaba de ánimo ni para comer. Un rato después ellos se rindieron y se fueron pero no sin antes dedicarme estas palabras: "Sé que es doloroso, pero recuerda que así no es la Melany que Julio conoció, a él no le gustaría verte así. Levántate y demuéstrale que su sacrificio no fue en vano"; creo que fue Rubén que lo dijo.

Entre sollozos y pensamientos, después de un rato me quedé dormida y creí que podría descansar, pero incluso estando dormida la mente me jugaba sucio y me hacía recordar todos los sucesos de la llamada "primera misión". Todos y cada uno de los sonidos y sensaciones se habían grabado en mi mente y se reproducían mientras navegaba en una oscuridad infinita; hasta que de pronto, muy a lo lejos vi una luz. Corrí hacia esa luz lo más rápido que pude intentando alejarme de esta tortura que era recordar todo lo acontecido, al llegar me di cuenta que no era más que una pequeña esfera brillante. Aun así, la tomé en mis manos y la aferre a mi pecho como si eso me tranquilizara. No pasó mucho tiempo cuando dicha esfera comenzó a emanar más luz y todo se iluminó, yo estaba atónita, sabía que esto era un sueño o algo así, pero nunca me había pasado antes.

—Oye así no se comporta la Mel que yo conozco

No podía creerlo, era él... Estaba ahí, parado frente a mí con la misma sonrisa; corrí inmediatamente a abrazarlo.

—Estoy muy feliz de que estés bien —dijo mientras lo seguía abrazando.

Yo no respondí, simplemente estaba ahí, soltando una risita nerviosa cada cierto tiempo e inmensamente feliz de verlo, aunque solo sea un sueño.

—Ya debo irme, pero sabes que... Me hubiera gustado pasar un poco más de tiempo contigo.

Mi alegría se esfumó de inmediato, así como cualquier cosa efímera; en ese momento toda la luz regresó a la pequeña esfera que se alejó flotando, pero esta vez no me vi en la necesidad de perseguirla, ya no me inquietaba la oscuridad y aquella esfera se convirtió en un recuerdo lejano que no dejaría que me afectara.

Fui despertada horas después por golpes incesantes en mi puerta, antes de quedarme dormida ni siquiera me había quitado el traje así que me levante con el traje ya pues, fui y abrí la puerta. Eran Carlos y Rubén, quienes parecían estar preocupados por mí.

—Nova... Digo, Melany creímos que no saldrías. Ven, necesitas comer algo —dijo Carlos.

— ¿Qué hora es? —pregunté, ignorando totalmente sus palabras.

—Pasan de las 12 del mediodía, ustedes llegaron como a las 4 o 5 de la mañana aproximadamente.

— ¡¿Ya es tan tarde?! —exclamé.

Inmediatamente después arranque a correr en dirección al gimnasio de combate cercano, a lo lejos escuché como me preguntaban a donde me dirigía y cosas así. Al llegar a mi destino entre y rápidamente me dirigí a donde se encontraba el entrenador.

—Disculpe la tardanza, estoy dispuesta a hacer cualquier castigo que me ponga por llegar tarde - dije parándome firme.

— ¿Melany, pero que haces aquí? Se supone que deberías estar descansando —dijo el entrenador sorprendido.

—Estoy aquí para entrenar, debo ser más fuerte para cumplir con la siguiente misión —dije con la misma firmeza y la cara seria.

— ¿Estas segura? Si quieres puedes tomarte el día —contestó él.

—Estoy segura señor, no quiero ser tratada con lastima ni pena.

Todos en el gimnasio me miraban, al final asintió y me dejo integrarme al entrenamiento.

—Esta vez el entrenamiento será un poco diferente —dijo refiriéndose nuevamente a todos— La vez pasada un grupo de 5 enfrentó a un robot para demostrar su trabajo en equipo, ahora lucharán igualmente en grupos de 5 pero, para hacer un poco más justas las cosas, sus oponentes serán 5 robots. Luego de hoy, 10 personas serán seleccionadas, según su destreza, para personalización de sus trajes. 

Tenshis: de humanos a ángelesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora