~JOSHUA~
– ¡Te lo dije! Esto no va a funcionar, pensaste que todo sería un mundo maravilloso: flores, juegos y niños riendo por todas partes. Eso es casi imposible de lograr.
No sé cómo se había originado ese sueño, de hecho, hacía tiempo que no soñaba con algo que no fuera sobre mi madre o hermana. Aun así, no tenía tiempo de pensar mucho en eso; David aun no aparecía y pronto debíamos partir a la "misión".
–Vamos joven Joshua, levantase –dijo Pablo con su característico respeto, mientras tocaba la puerta de la habitación.
Ya me había despertado del todo, fui a la ducha y luego de terminar de arreglarme, al salir del cuarto; me aleje del refugio a una parte virgen del bosque, eran aproximadamente las 4 de la mañana y el sol apenas estaba emitiendo sus primeros rayos de luz. Sin ir muy lejos llegue a un acantilado cuando de pronto una voz conocida me sorprendió.
– ¿No deberías estas preparándote para "el rescate"? –interrogo David estando sentado al borde del risco.
Me sorprendí un poco al verlo, no parecía haber pasado la fría noche a la intemperie.
– ¿Por qué estás tan molesto? Si no quiero que vayas a la misión es porque serás mucho más útil aquí y porque confió plenamente en ti.
Él se levantó, se paró frente a mí y me miro de una forma extraña; era algo parecido al odio, pero creo que era otra cosa.
–No es por eso, solo creo que te estás dejando segar por esta gente. Iré con ustedes, para apoyarlos y refugiar a todas estas personas; sin embargo, no luchare por la causa de Arthur.
Luego de esas palabras paso a mi lado, como si fuera una persona diferente al David que conocí hace tantos años. Gire mi cuerpo en dirección al refugio y vi un par de luces de bengala provenientes de ahí, probablemente nos habían descubierto así que comencé a correr en esa dirección. De camino me pareció extraño, si estuvieran en problemas no mandarían una luz de bengala; al llegar vi a todo el equipo reunido y listo para partir: estaba Pablo, Miranda, Christian el leopardo, Robert el de la piel de piedra, Jossue el que controlaba las plantas y Diana con su magnetismo. Subimos al pequeño avión que nos estaba esperando unos metros más adelante, en una improvisada pista de despegue; subimos al que sería nuestro transporte uno por uno acomodándonos mientras Christian nos entregaban unos paracaídas de emergencia, al terminar paso al puesto de piloto; en tierra firme se quedó Arthur y Perla junto con otras personas del refugio.
– ¿De dónde sacaron esto? –interrogué a Arthur y Perla.
–Te sorprenderías al saber la cantidad de amigos que tengo. Este avión los dejará en las cercanías del campamento y luego un carro los llevará hasta un punto que les permitirá infiltrarse en el lugar.
– ¿Habían volado antes? –preguntó Diana bastante temerosa tratando de sujetarse de todo lo que encontraba.
Casi todos negamos con la cabeza, a excepción de Pablo.
–Hace un tiempo salí del país, por razones de un negocio que salió mal –explicó, lo cual me pareció raro, ya que era un hombre de pocas palabras.
El avión era algo pequeño pero acogedor y cómodo; poco a poco fuimos ganando velocidad, luego el avión se fue inclinando para ir ganando altura y, justo antes de que se acabara la pista nos separamos completamente del suelo. Volamos durante unos 45 minutos cuando comenzamos a descender, hasta entonces solo habíamos hablado en un par de ocasiones, la mayoría fue para darle animo a Diana mientras Christian seguía serio e indiferente; para ser sincero hubiera preferido mil veces traer a David, pero no quería ponerlo en peligro. Terminamos de descender, abandonamos el avión y nos recibió un hombre afroamericano de unos 37 años más o menos.
–Suban, yo los llevaré a su destino –fue lo que dijo de una manera un poco brusca.
El hombre no parecía originario de este país y aparentaba haber tenido una vida bastante difícil; obedecimos, pero antes de terminar de montarnos unos pasos tras nosotros llamaron nuestra atención.
– ¿Qué demonios hacen aquí? –vociferó Miranda con tono maternal.
–Lo... Lo siento... ella me obligó a venir –dijo una de las figuras señalando a la otra.
– ¡Es no...! Bueno si es cierto, pero es que podemos ser útiles en la batalla –se defiende la segunda.
–Ashley y Susana, no ven que esto puede ser muy peligroso.
A pesar de que ha sido un corto tiempo que hemos pasado juntos, nunca había visto a Pablo molesto. No estaba de acuerdo con que ellas estuvieran aquí, pero había que proseguir con la misión, ya que el único que sabía pilotar era Christian y lo necesitaba en la misión.
–Por ahora sigamos con nuestros planes, luego veré que haré con ustedes –miré a las dos niñas.
Luego de acomodarnos como pudimos, partimos con rumbo al campamento; no puedo negar que estaba comenzando a ponerme nervioso. Estuvimos un rato en silencio hasta que Miranda tomó una bocanada de aire, indicando que rompería el silencio.
– ¿Cuál es el plan? –inquirió.
–Cuando nos hayamos infiltrado nos separaremos en dos grupos, Christian irá con Susana y Pablo al lugar más alejado del edificio de habitaciones; estando ahí comenzarán a armar un alboroto, procurando romper vidrios, bombillos y armando trampas con las cuerdas, luego de eso tomen maniobras evasivas y nos esperaran ocultos. En cuanto al resto, Miranda también servirás de distracción pero te mantendrás en el centro de nosotros; en el frente del otro grupo irán Ashley guiándonos junto con Jossue para protegerla; en el centro me acompañará Miranda evaluando la situación y por último, en la retaguardia irá Robert con Diana para otorgarnos protección. Tengan en cuenta que los guardias probablemente ataquen a matar, ¿todos de acuerdo?
Todos asintieron algo atónitos.
–Admito que eres bueno, mira que crear esta estrategia incluyendo a dos personas con las que no contabas hace 5 minutos; con poderes –dijo Christian con una actitud totalmente diferente a la habitual.
Luego de eso, todos volvieron a guardar silencio, imagino que estaban preparándose mentalmente para lo que nos esperaba.
–En unos 15 minutos estaremos llegando al campamento –indicó nuestro guía.
–Por cierto Joshua, ¿sabes a quien debemos llevar con nosotros? –preguntó Robert.
Esa pregunta me dejó sorprendido, ¿cómo había podido olvidar algo tan importante como esp?
–Yo sé quiénes son, no se preocupen –interrumpió Christian.
Eso me tranquilizó bastante y luego de eso los últimos 15 minutos pasaron extremadamente rápido, cuando menos lo pensamos ya teníamos al campamento a la vista y el carro se había detenido; bajamos de este, Christian se trasformó en leopardo subiendo a Susana a su espalda. Mientras tanto Ashley se concentró un poco extendiendo su mano hacia el campamento, luego de un par de segundos nos dio las indicaciones y partimos a gran velocidad con dirección al complejo llamado campamento.
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Tenshis: de humanos a ángeles
Science FictionLa evolución siempre ha estado presente en la naturaleza, pero cuando un grupo de científicos intenta hacer que la humanidad evolucione artificialmente, toda la sociedad se vendrá abajo. El 40% de la población mundial obtiene superpoderes dignos de...