L'iniziò

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Diciembre 17 del 2021



— Y esa fue la última caja, eres una mujer independiente de forma oficial.

Suspiro de forma sonora y logro ver mi nuevo hogar, las miles de cajas con mis cosas, las paredes vacías y los muebles embalados.

— Si, definitivamente huele a casa.

— Vale, ahora sí, te prometí un almuerzo y lo tendrás.

— Ceci, no es necesario, pediré un delivery, anda con los niños.

Si hay algo que puedo rescatar de mi vida, es la lealtad de mis amigos, el estar ahí al pie del cañón. Duré tres meses encerrada, no quería salir, ni siquiera trabajar o comer. Pero Cecilia siempre estuvo ahí, acompañándome, incluso cuando venía pasando por una maternidad terrible.

— Te dejaré en paz si prometes venir a almorzar el domingo, Tommy te extraña — Su mirada me confirma sus palabras, el niño en cuestión ha pedido por verme, por ver a su tía Tori.

— Lo sé, ahora que estaremos más cerca se aburrirán de mi.

Porque sí, si no puedes olvidarte de alguien, menos lo harás caminando por las mismas calles donde compartiste tantos momentos con esa persona. Por lo que decidí irme de Chicago y venir a Maranello, Italia, donde mi mejor amiga echó raíces hace varios años.

— Al contrario, tu te aburrirás de nosotros y nuestras ganas de tenerte cerca. Te extrañé Tori, no desaparezcas de nuevo, no te encierres — Cecilia me ve batiendo sus largas pestañas, pero más allá de ellas encuentro ternura, comprensión y hasta preocupación. La entiendo, nadie supo de mí en estos tres meses, no sabían dónde estaba, qué hacía o si estaba bien.

Desaparecí.

Pero ahora me sentía con la fuerza suficiente como para continuar donde lo había dejado, al ser diseñadora gráfica se me hacía más fácil movilizar mi trabajo, y aunque tenía raíces italianas, aquella no era la razón principal de mi decisión.

Era Ceci, bueno, además de Tommy y Marco, su esposo, pero ella tenía parte de mi corazón ganado, la conocí en la universidad, y desde entonces nos hicimos inseparables, no importa si pasan días sin hablarnos, ella está ahí para mi, y yo estaré ahí para ella.

— Gracias Ceci — Le dije mientras la abrazaba — Por todo, por devolverme a mi hogar y por ser parte de éste camino.

— Eres mi persona V, y lo digo en forma de promesa, sabes que estoy feliz de que estés aquí, de poder ayudarte.

— Lo sé...Deberías ir yendo, Tommy debe estar desesperado por saber de ti — La liberé un poco para caminar hacia la puerta, era muy raro que Tommy se separara de su mamá, y ya era de noche, podía imaginarlo ansioso. — Dale las gracias a Marco por entregar mi portafolio, el día de mañana estaré yendo a la sede para poder conocer las instalaciones y que me pongan al tanto.

— Recuerda, vienes de parte de Marco, además te mandó a llamar Mattia, no hay manera de que te...—

— Lo sé Ceci, tranquila, estaré bien.

···

Diciembre 18 del 2021

No me imaginaba las oficinas tan neutras, pero sin embargo aquí estoy, esperando en la recepción para ser llamada por Mattia, a quien había tenido la oportunidad de conocer gracias al trabajo de Marco, pues forma parte de la Escudería Ferrari.

Leiah, una rubia espectacular, sale a comentarme que ya me están esperando, y es cuando me pongo de pie, respiro profundo y avanzo en mis acostumbrados tacones.

— Buen día Sr. Binotto — Procedo a saludarlo formalmente dando mi mano, aunque a estas alturas es más por protocolo que otra cosa.

— No no Vittoria, Mattia, aquí no hay problema con eso, puedes tutearme. Es más, hablaremos de los términos de tu contrato, ¿te parece?

— Perfecto, aquí está mi portafolio, lo envié en digital también, pero me parece correcto que lo tenga en mano.

Hablamos mil y un cosas más, desde mi contrato hasta cómo me estaba tratando Italia, que si bien era el hogar de mis padres, nunca había estado tan lejos de Turín, que es su ciudad natal. Logramos llegar a un acuerdo, pues por mi trabajo no era necesaria la presencialidad en la oficina, sino más que todo estar en cada carrera guiando al departamento y promocionar las redes sociales de la escudería, que aunque sonaba muy sencillo, era un trabajo para tener paciencia.

— Permiso señor Mattia, Carlos quiere hablar con usted, ¿puede? - Avisó Leiah desde el umbral de la puerta.

— Si claro, aprovecho y te presento a uno de los pilotos. — Carlos entró con su 1.78 de estatura, súper imponente pero también muy low profile. — Ciao Carlos, te presento a Vittoria, estará dirigiendo el departamento de Comunicación gráfica y Marketing, así que la verás en el paddock de ahora en más.


Vale, puedo decirles que mis gustos no son particulares, no hay una regla a seguir, ni un color de ojos que me gusta más que los otros, pero Carlos le gustaría a cualquiera, tiene una mirada profunda, ojos color avellana, y unas pestañas muy tupidas, todo esto acompañado de una barba de solo días.

¿Soy yo o de repente hace calor?

— Hola Carlos, es un placer. — Apretó mi mano y me sonrío, dios, estoy sin palabras.

— Bienvenida al equipo Vittoria, espero no te canses de nosotros tan rápido. — ¡Me guiñó un ojo! Esto es lo más cerca que he estado del flirteo desde que me dejaron en el altar, y se siente taaan bien volver a ser yo.

Bueno, poco a poco, tampoco es que volví a ser yo de plano. Todavía falta camino y estoy bien con ello.

— Mattia, terminé en el simulador, Charles me comentó que estaría hasta tarde, por lo que ya me iré, ¿regreso mañana?

— Vale, pero si deseas puedes venir en la tarde, ¿tu necesitas trabajar con ellos Tori?

— Mmm no, por el momento quiero empaparme con toda la organización y luego iremos viendo las fechas — Dios, Carlos me miraba fijamente mientras hablaba, y de repente puedo percibir los más de tres meses sin sexo, estoy muy hormonal.

— Entonces me retiro y los dejo terminar, Vittoria un placer, Mattia nos vemos el fin de semana. — Procedí a darle dos besos para luego sonreírle, apretó la mano de Mattia y finalmente se retiró.

— Bueno, ya conociste a unos de mis chicos — Si él era así, no podía imaginarme al otro. 





···

Buongiornooo! 

Ya Vi conoció a uno de los pilotos, pronto tendrán el encuentro con el otro. 

Gracias por leer chicxss!

𝗠𝗲𝗿𝗮𝘃𝗶𝗴𝗹𝗶𝗼𝘀𝗮    |    𝗖𝗵𝗮𝗿𝗹𝗲𝘀 𝗟𝗲𝗰𝗹𝗲𝗿𝗰Donde viven las historias. Descúbrelo ahora