Non la penso così

1.2K 107 19
                                    




Enero 23 del 2022



Una vez que nuestras maletas se encuentren en el carro, me voy al asiento del copiloto. Espero que Charles tome su lugar y mientras tanto voy abrochando mi cinturón.

El día de hoy se nos pasó bastante rápido, iniciamos con un room service porque ayer habíamos perdido mucho tiempo en el bajar a desayunar. Además, él quería mostrarme ciertos rincones escondidos de la ciudad.

Llevaba una camisa de cuello tortuga que podía tapar cada rastro de anoche. Al despertar tenía mi cabeza encima del pecho de Charles, y él apoyaba su mentón en mi frente, respiraba de forma pausada, por lo que entendía que seguía dormido.

Me quedé en la misma posición durante un rato, pensando, y aunque no me gustaba ser de las que comparaba una cosa con la otra, en éste caso, mi primera vez con Charles y las múltiples con Josh.

Josh nunca había sido del juego previo, y para una mujer que se ha explorado a sí misma y sabe lo que quiere, pues esto era un conflicto. Quien siempre recibía placer entre los dos, era él, por lo que cuando acababa, ahí terminaba nuestra noche.

Con Charles fue todo lo contrario, se preocupó por mí, por mi entero disfrute. No sé sí disfruté más que él, pero sus pequeños gemidos cuando por fin pudo entrar en mi me decían que estaba bien parejo.

Lo recuerdo y la piel se me hace de gallina.

— Estás muy pensativa.

Parpadeo varias veces para poder salir del trance en el que me encontraba. — Oh, si. Es que se vienen unas semanas fuertes. Bastante ajetreado por donde lo mires.

— Si, lo sé. Espero que te adaptes bien a todo lo que viene.

— Yo igual.

Me acomodé un poco en el asiento para luego bostezar.

— Anda, duerme y cuando estemos llegando te despierto, no hay problema.

—Gracias...— Susurré por lo bajo, me acurruqué un poco en el mismo asiento hasta que di con la posición más cómoda y entonces me dormí.

Cuando ya faltaba menos de media hora Charles cumplió con lo que había dicho y me despertó. Lo primero que se me vino a la mente fue el hecho de que había cedido demasiado terreno, no era una posibilidad que él y yo lleváramos esto en serio.

No iba a pasar, y no porque no creía en el amor o algo por el estilo, no le huía, pero tampoco estaba emocionalmente disponible.

No me parecía justo empezar algo cuando no me encontraba al 100%. Si, Charles era espectacular en muchos sentidos, pero eso no apuraría las cosas, ni me daría algún tipo de presión.

— Bien, espero que éste fin de semana haya cumplidos tus expectativas.

—Lo hizo, Charlie. Muchas gracias nuevamente.

— No hay porqué agradecer, Tori. —Metió sus manos en los bolsillos de su pants y entendí que estaba nervioso. — Oye...

Por favor, que no diga algo que nos comprometa.

— Podría quedarme, posponer Mónaco y acompañarte estos días en la fábrica, estarán bastante suaves supongo.

Tragué y cerré los ojos, me dolía pero debía empezar a marcar un límite. — Tratemos de que lo que hicimos en Bolonia, quede allá. No quiero sonar dura pero en verdad no puedo prometer algo que no pasará. Agradezco mucho tu presencia en mi vida, en serio, pero tienes que saber eso.

𝗠𝗲𝗿𝗮𝘃𝗶𝗴𝗹𝗶𝗼𝘀𝗮    |    𝗖𝗵𝗮𝗿𝗹𝗲𝘀 𝗟𝗲𝗰𝗹𝗲𝗿𝗰Donde viven las historias. Descúbrelo ahora