F1-75

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Febrero 16 del 2022

Estoy corriendo por la fábrica, literalmente, cada vez que me sentaba en mi silla salía otro inconveniente. Además, me siento presionada, obviamente, llevo un equipo entero que lo ha dado todo durante las últimas dos semanas para que ya mañana podamos realizar el lanzamiento.

He comprado una caja de Red Bulls, sin que Charles la viera obviamente, y ni hablemos de Mattia, se infarta, y ha sido el reemplazo del té en estos días, lo llevo en una botella con el logo de Ferrari, pero es la única manera de continuar con el ritmo de trabajo.

Charles fue a Mónaco por unos días, lo cual me cayó como anillo al dedo pues pude dedicarme en un 150% al proyecto, realizando horas extras en más de una oportunidad, pero es que me sentía muy nerviosa, sería mi primer proyecto al mando, por lo que necesitaba que todo saliera perfecto.

Siento que podría hacer una propaganda de duracell sin problemas, simplemente no paraba.

Tengo el escritorio extra de mi oficina lleno de los bocetos, propuestas y maquetas de la presentación, de cómo será el escenario, de cada detalle habido y por haber, por lo que cuando Charlie entra a mi oficina lo primero que hace es asombrarse, quiero asumir que por ello y no por el aspecto que tengo.

Llevo mis lentes de pasta, junto a un moño en el cabello de donde se desprenden ciertos baby hairs, no tengo ni una gota de maquillaje más allá de las cremas y sérums de mi rutina facial, a todo esto sumémosle el hoodie del piloto, unos pantalones de chándal y unos vans.

— Wow...

Ni siquiera subo la mirada del portátil para responder.— Sip, mucho trabajo.

— Venía a traerte un croissant, ¿lo dejo o...?

Asiento mientras estiro un poco mis brazos. — ¿De chocolate?

Si, y traje una ensalada de frutas.

— Bien, siéntate, me tomaré 10 minutos de mi tiempo para compartir contigo.

— Me siento muy afortunado en verdad.

— Lo eres, ¿ya tienes el traje para mañana?

Mañana luego del lanzamiento tendríamos una cena junto al equipo de la escudería, que estaba segura y terminaría en un antro, pues había una gran parte de la escudería que ya había hecho planes para el after.

— Sip, ¿quieres un adelanto?

— Mmm, ¿eso te incluye a ti mientras te cambias? — Subí y bajé mis cejas mientras sonreía de costado.

— Eres una pervertida. — Rodó sus ojos para soltar una carcajada. — Pero no lo sé, podría incluirlo, ¿qué te parece?

No pude responder pues entró una criatura como alma que lleva el diablo, y para cuando entendí quién era, ya lo tenía encima de mi.

— Tita, titaaa. —Me llenó de besos.

— Hola mi amor, ¿cómo estás?

— Bueno.

— Es bien, Tom. — Dice Ceci mientras entra a la oficina. — Hola Charles, hola mi sol. —Deja un beso en mi frente mientras deposita varios envases en mi escritorio.

— ¡Oye! Estaba trabajando.

— Mhm, igual que las últimas dos semanas. Es hora de que te tomes un descanso, estoy segura que ya dejaste todo más que listo para mañana, deja a la Vitto perfeccionista por un momento mientras comemos. — Veo que Charles hace el amago de levantarse para salir. — No, no Charlie, un pajarito me comentó que estabas pasando mucho tiempo aquí, por lo que almorzaremos todos juntos.

𝗠𝗲𝗿𝗮𝘃𝗶𝗴𝗹𝗶𝗼𝘀𝗮    |    𝗖𝗵𝗮𝗿𝗹𝗲𝘀 𝗟𝗲𝗰𝗹𝗲𝗿𝗰Donde viven las historias. Descúbrelo ahora