Mi Gato Malcriado [Jimin & Tu]

Capítulo 33

Ha pasado mucho tiempo desde la última vez que sentí la presencia de mi gato interior, últimamente las situaciones y el ambiente que me rodea a hecho que me encuentre alerta y que Chimchim no este presente, pocas son las veces en que él está presente y pocas son las veces en que descanso, mis días son arduos y difíciles, en especial cuando te despiertan a gritos o simplemente te avientan un balde a agua helada a primera hora del día.

Mi situación no es la mejor, es una tortura, nadie en su sano juicio sería capas de soportar semejante tortura.

— Querido diario... el día de hoy solo obtuve dolor y agonía

— ¡Calla insensato! ¿Como te atreves a decir eso? Cuando lo único que haces es dormir todo el día en cualquier parte de la casa, ya sea en tu forma humana o de gato, te tiras en el piso por cualquier motivo y luego en las noches te la pasar dando serenatas con tus maullidos, ya los vecinos se vinieron a quejar por tus horribles maullidos

— Con mis maullidos no te metas, son hermosas notas musicales, agradecidos deben de estar por escuchar semejante obra de arte

"Todo un caso"

— Solo te la pasas quejándote, no haces mucho y lo poco que haces es solo lo que manda Astrid que hagas y luego ya te andas muriendo

— Eso es mucho para mi pequeño y frágil cuerpo

Lo más dramático que se pudiera escuchar, Jimin abrazo su propio cuerpo y se froto los brazos como si tuviera frío, Will por su parte estaba a nada de querer agarrar un sartén y darle en la cabeza al felino.

— Tu solamente te la pasas mandando y me haces quedar mal delante de ella

— ¿Y te sorprende? Es lo mínimo que digo de ti, es más te hago quedar bien, ella no sabe sobre las serenatas que todas las noches andas dedicando

— ¡Eso no es cierto!

— ¡Claro que lo es!

— Yo… yo no dedico serenatas — (se sonrojo)

— Ha, solo eso se te quedó de todo lo que dije, es más que obvio que te quedo el saco ¿no? — sonriendo con picardía Will festejo.

— Eso no es cierto, además yo no soy el que todas las noches se la pasa llorando y casi aullando a la luna

— ¡Mentira! — sorprendido y con la guardia baja

— Sabes que no lo es — sonriendo con malicia el pequeño gato saboreo su victoria.

— Creo que lo dejamos en un empate

— No me parece

— Sabes que es más conveniente

— No es así

— ¿Ha no? Entonces ¿cómo?

— Yo gane y tu perdiste