□■□■□ Catarsis y resiliencia:
Los sueños y pesadillas me persiguen desde los primeros días de mi infancia, los que comenzaron como simples temores hacia un mundo desconocido y a causa de la obscuridad. Estos mismos fueron transformándose hasta ser algo mucho más personal y específico; se disolvían al distinguir que ya no estoy explorando mi subconsciente y que aquellas ideas escalofriantes no volverían, o al menos las más antiguas.
Cuando la cobardía me consumió y no abrí ninguna de las dos, entonces sucedió... En medio de ambas puertas desgastadas me vi a mí mismo con los ojos desorientados, en un espejo de obsidiana del porte y forma de mi ventana. Mi aspecto desgastado por el sudor en todo mi cuerpo y por la suciedad impregnada en el final de mis pantalones, mostraba claramente que no tengo saber de adónde ir por más que finja que sí.
No, no era yo quien me intentaba sonreír pese al dolor de desprenderse la carne de sus huesos y quitarse los cables que le atravesaban los brazos para así poder recoger las fotografías manchadas de lágrimas saladas en el suelo.
Lágrimas, eso eran. No agua de manantial ni de desagüe. El punto intermedio del sentimiento y la indolencia, la transición entre la catarsis y la resiliencia, el espacio exacto que queda vacío en el alma de una persona desenamorada y lastimada. Sin duda esas eran nuestras lágrimas.
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—¿Qué haces tan temprano aquí? ¿Acaso dormiste en la entrada?—
—Algo así— Se levantó quejumbroso y arregló su ropa con pretensión tardía —Buen día—
—No quiero hablar contigo sobre las supuestas terribles aventuras entre ambos en esas y nuestras, también supuestas, vidas pasadas—
—No recordaba que tuvieras tanta desconfianza del trabajo de tu padre, me sorprendes, Hyung—
—El asunto aquí es que no pienso ni estoy dispuesto a tener esa conversación contigo. Lamento que hayas tenido la loca idea de haber dormido en el suelo, pero es hora de que te vayas—
—Con las manos vacías— Completó su frase —¿En serio no me escucharás a pesar de mi esmero?—
—Fue tu decisión, Chenle, no mía—
—Por favor, Hyungnim—
—Creí que no te gustaba actuar tierno— Repuso casi con diversión al terminar de abrochar sus zapatos.
El menor se giró rápido para darle la espalda y el mayor no supo diferenciar si fue por su frustración o por ser una de esas pocas veces en las que se mostraba tímido ante algo.
—Son fuerzas mayores— Se excusó con sus brazos cruzados pese a no ser visto con claridad por el mayor.
—...Chenle, ¿sabes lo que es el consentimiento?—
—Mark, ¿sabes lo que es la responsabilidad afectiva?—
Ambos suspiraron y el más alto se sentó frente a la salida para no dejarle tiempo a escapar de su confesión.
—A veces pienso en que me gustaría vengarme de ti por todo lo que me hiciste pasar, sin embargo, me sentiría terriblemente culpable porque no te pareces casi en nada a quien fuiste. Bueno, puede que sigas siendo terco y estúpidamente atractivo, pero no tienes esos rasgos horribles que me hirieron—
Tocó su hombro con divagaciones para que el menor le hiciera un espacio y así sentarse junto a él.
—Yo sólo vi la tuya y puedo decir que sigues siendo igual de agradable y alegre. Es un alivio que sigas siéndolo aún después de tanto tiempo—
Ambos sonrieron dentro de lo pudieron, uno según lo que se permitió demostrar y el otro a todo lo que pudieron sus labios.
—Te amé a ciegas en todas aquellas experiencias amargas, aunque tal vez pueda llamarlas agridulces si vemos los pocos momentos lindos— Sonrió burlándose de sí mismo —Incluso estuve dispuesto a hacerlo en ésta. Seguramente crees que aún soy muy joven para decirlo, sin embargo, no tengo miedo de decir que eres mi primer amor, ni de "equivocarme"—
—Lo sé— Admitió en un susurro —Aunque siempre creí que Jisung y tú serían la pareja perfecta, es decir, están hechos para estar juntos. Deberías aprovechar esta vida y tener un amor verdaderamente dulce—
—No necesariamente: las almas gemelas pueden ser amigos, hermanos, pareja o simples desconocidos; es decir, la mayoría de las personas no logra conocer a la suya... Lo siento, me desvié del tema— Guardó silencio unos instantes mientras pensaba en qué hubiese sido de él si ese caso también hubiese ocurrido con ellos —Tú también me quisiste en algún momento, ¿no es así?— Le preguntó con su voz disminuyendo a medida que avanzaban sus latidos.
—Creo que ya deberíamos entender que no estamos destinados al éxito, Chenle, no nos sirven de nada los hubiese—
—Sigues sin responder— Se levantó ahogando un suspiro —Tan sólo quería que te abrieras conmigo para poder confiarnos nuestras memorias y nuestros temores, sin embargo, tampoco planeo obligarte a eso. Bueno, ¿quieres que te lleve donde Jisung?—
—¿Cómo sabes que iré a verlo?— El menor rió victorioso —Eso quiere decir que no dormiste en mi puerta como quisiste hacerme creer, ¿o sí?—
La risa de Zhong se detuvo y sus hombros se alzaron con desinterés antes de ofrecerle su mano para atraerlo a sí y soplarle el rostro en un intento de hacer las cosas menos incómodas; que el viento se lleve lo molesto e innecesario; su teoría no cambiaba pese a los años.
—No puedes llamarme hipócrita por ese pequeño detalle, sólo fui astuto—
—Lamento no poder ser del todo honesto contigo—
—Lo que pasa es que eres como un gato enojón. Los has visto, ¿no? Son tan lindos que quieres abrazarlos, pero dan demasiado miedo para intentarlo—
Subieron al auto del menor mientras éste continuaba su monólogo sobre animales y teorías evolutivas incompletas mientras que Lee sólo dedicó su energía a analizarse a sí mismo y a querer convencerse de que había tomado la decisión correcta.
—En realidad debería darte las gracias por escuchar— Le sonrió con confianza, aunque también con algo de mentira en ella.
—¿No conducirás?— Preguntó incómodo —Si quieres lo hago yo—
—¿Tanto desconfías de mi palabra? Perfecto, las llaves ya están puestas— Dirigió al mayor tomándolo de los hombros—No olvidaste cómo se conduce, ¿cierto? Espero que traigas tu licencia—
La mirada del chino se quedó en los reflejos borrosos del paisaje, la velocidad del auto le hacía sentir paz cuando iba de copiloto, completamente diferente a como era su día a día dentro de las preparaciones por cada pequeño detalle.
Mark, en cambio, no podía disimular muy bien su nerviosismo entre el ritmo de la melodía de la radio, sus manos se movían de manera extraña mientras las acomodaba en el volante debido a la transpiración. Pero también se sentía absolutamente complacido de poder conducir una vez más junto al menor, tanto que odiaba tener que romper su propia ensoñación con sus dudas sin sentido ni fundamento.
—¿Cómo fue que descifraste que era yo?—
—En las otras vidas sí me sentí dentro de mi piel y pude ver esa mirada tan única que tienes tanto ahora como en todas aquellas otras personas que amé— Soltó una risa mientras acomodaba su asiento —Además tu padre se convirtió en una bola de nervios cuando terminé la regresión, incluso hizo todo lo posible para que no viera tus fotografías en el pasillo hacia su oficina, como si no hubiese pasado días enteros en esa casa antes—
—Escucha, Chenle, eres parte de mi vida actual y por eso mismo estoy tan convencido de que no tendríamos por qué vernos envuelto en todo esto. No quería eso para nosotros—
Sonrió sin desviar su mirada de la ventana y cerró sus ojos dispuesto a dormir —Está bien, Hyung, no te preocupes tanto, puedo entenderlo—
...》𝑱𝑼𝑵𝑮《...
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𝐿𝐴 𝑂𝑇𝑅𝐴 𝑀𝐼𝑇𝐴𝐷 𝐷𝐸𝐿 𝑁𝑈𝑁𝐶𝐴
Hayran Kurgu♡ Inspirado en el significado de la palabra coreana Jung 《Una conexión imborrable entre dos personas, tan fuerte que incluso no pude ser quebrantada por la distancia, el tiempo o el odio》 ♡ Feliz día del libro para todes, también le deseo un feliz c...