Una disputa muy confusa

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El día había sido agotador, más de un mes había pasado desde que Marie llegó a Hogwarts. Debía admitir que la vida en el castillo no estaba tan mal. El profesor Sluhorn le había pedido que se reuniese con él en su despacho. Marie estaba confusa. Tocó la puerta:
-Pasa, Marie. Qué alegría verte.
- Buenas noches profesor.
- ¿Qué tal estás? Quería preguntarte por tu estancia en Hogwarts, parece que te has adaptado bien.
- ¡oh, sí, de maravilla profesor!
- Me alegro. Has hecho buenos amigos.
- No me puedo quejar.- Dijo sonriendo con dulzura.
- Los profesores están además muy satisfechos con tu progreso. Pociones es uno de tus fuertes. Y por eso me gustaría que formases parte de mi selecto Club de las eminencias.
- Señor, sería todo un honor.
- Excelente, excelente. Tienes futuro Marie, yo nunca me equivoco. El viernes que viene celebraré mi famosa fiesta de Halloween, vendrán antiguos alumnos y algunos trabajan en el Ministerio. Será una buena oportunidad para ti, te ayudará a decidir hacia dónde quieres enfocar tu carrera profesional.
- Muchas gracias profesor, no la desaprovecharé.- Contestó alegremente.-
- Puedes irte, si el profesor Dippet te encuentra merodeando por el castillo a estas horas ambos nos meteremos en un buen lío.
-Descuide, iré con cautela.
- Por cierto, no se te olvide que has de venir acompañada a la fiesta. Aunque no creo que tengas problema con eso.
-¿Profesor?
- No creo que el señor Riddle tarde en pedírselo.- Musitó con una sonrisita.-
- ¡Oh, no, no creo!- Exclamó con nerviosismo.
- Disculpa, no debería haber dicho nada.-Dijo cerrando la puerta.- Descansa.

Marie se dirigía hacia los pasillos con sigilo, nadie podía verla.
-          Vaya, vaya... ¿Qué haces por aquí a estas horas? Voy  a tener que castigarte Kyteler.-Susurró Tom a las espaldas de Marie.-
-          Tom, déjame en paz. Estoy cansada, quiero ir a la sala común, y meterme en mi cama.
-          ¿No prefieres dormir en la mía?
-          ¿Esta es tu forma de ser amable?
-          ¿no te gusta? Muchas chicas matarían por ello.
-          Ya, lo malo es que yo no soy una de ellas.
-          Que típico, siempre haciéndote la dura.
-          Estoy enamorada de Nott. Tú, en cambio, ya no tienes a nadie con quien jugar.
-          Explícate.
-          Sarah. Habrás comprobado que ya no es tan fácilmente manipulable.
-          Me gustaría saber a qué se debe.
-       Bueno... digamos que no eres el único manipulador en el grupo. Sarah... ya no te ve como el candidato estrella.
-          ¿Y eso por qué?
-     Le hice abrir los ojos, tienes muchas carencias Tom. Ningún antepasado de renombre, huérfano y a diferencia de tus amigos-secuaces no eres millonario ni vives en una mansión.
-          Un día me convertiré en el mago más poderoso de todos los tiempos, entonces te arrepentirás de lo que has dicho. Mi nombre quedará grabado en la historia.
-          Probablemente, pero hasta entonces sigues siendo un don nadie. Por cierto, no me gustan las amenazas, así no me das confianza para que te enseñe el libro.- Tom que se había estado conteniéndo iba a estallar.-
-          Dices que me odias, pero en realidad no somos tan diferentes.
-          Más quisieras. Yo no voy tratando a mis amigas como a unas esclavas.
-          Tampoco te lo has pensado dos veces antes de quitarle el puesto a Sarah. Ella era mejor como reina que tú.
-          ¿Y eso por qué?
-          Era más dócil. A ti te voy a tener que enseñar a obedecerme.- La cogió por la cintura.-
-          Tómatelo como un reto. Y ahora por favor aléjate, no quiero que mi novio sospeche.
-          ¿Acaso sabes dónde está Nott?- Preguntó sin soltarla.-
-          Lo ignoro. Sorpréndeme.
-     Con cierta señorita de ojos azules en la sala de los menesteres, los dos solos.- Marie se quedó callada.- Parece ser que el puesto de reina tenía un precio, y tú lo has pagado con Nott.
-          Bueno entonces me alegra saber que no soy la única perjudicada.
-        En eso estamos de acuerdo. Pero yo nunca llegué a tener ningún tipo de relación con Sarah, tú en cambio con él sí. Aun así dudo que sintieras algo por él.
-          Me cuesta enamorarme, soy una Kyteler.
-          De Nott, dirás. Porque sé que sientes algo por mí Kyteler.
-          Sueña todo lo que quieras.
-          Caerás, como todas las demás. Por cierto ¿has utilizado ya el diario?
-          No, aún no.
-          Oye, es muy tarde, casi he acabado mi turno. ¿Te apetece vivir una aventura?
-          Si lo que pretendes vengarte de nuestras parejas, olvídalo.
-          No, sinceramente me es indiferente lo que hagan. ¿Has ido al bosque prohibido?
-       Eres prefecto, se supone que deberías ser una buena influencia, chico malo.-Se mofó- No me apetecer ir y menos contigo.
-      Puedes reírte todo lo que quieras. Pero mi oferta no es rechazable. Estas merodeando por el castillo en plena noche, podría dar parte de ello.
-          Está bien, está bien iré, pero no porque yo quiera.

Tom Riddle fanfic; Entre las sombras tú y yoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora