El silbido del viento azotaba las sinuosas ramas de los árboles, en el silencio solo se escuchaba el murmullo espectral de las criaturas nocturnas. Había perdido la cuenta de los días que había pasado en aquel bosque. Por fortuna, avistó a una presa que caminaba con despistada insensatez en la espesura.
- Vaya, vaya ¿pero qué tenemos aquí? - dijo con sadismo mientras salía de su escondite - ¿No te han dicho que es peligroso vagar a estas horas de la noche sola en el bosque jovencita? Podrían hacerte daño.
- ¿Quién es usted? ¿Acaso debería temerle?
- Depende.
- ¿De qué?
- No tienes por qué asustarte, si colaboras. - La joven miró con interés.- Supongo que conocerás a Albus Dumbledore, tengo entendido que es profesor en Hogwarts.
- sí, así es- pronunció con tono altivo.-
- Quiero que le investigues y me cuentes todo lo que sepas acerca de él.
-¿ y qué obtengo yo a cambio? No trabajo gratis.
- Que no te mate y te convierta en uno de mis inferis.
- Me temo que no será posible llegar a un acuerdo, estoy hastiada de amenazas y duelos.
-¿Sabes con quién estás hablando?
- ¿Y usted?- lo desafió- Así que por favor señor, déjeme tranquila- Dijo volteándose y dirigiéndose no se sabe a donde.-
- Creo que no me he explicado bien - la amenazó apuntándole con la varita.- Una joven bruja como tú no debería andar por estos parajes sin varita. Si te mato aquí nadie se enterará. No me gusta que me lleven la contraria ¡CRUCCIO! - la joven ahogó un grito, cayendo repentinamente al suelo a causa del terrible dolor.-
- Puede torturarme todo lo que le plazca, pero yo no acato órdenes de nadie, y menos de un mago del tres al cuarto.- Exclamó con improvisada valentía y se dispuso a lanzar el conjuro tortura que su madre le había enseñado, movió meticulosamente la mano.-
- Insolente niña- sintió en su interior un dolor que le recordaba a... no era imposible- ¡CRUCCIO!
Aprenderás a no tomarme el pelo mocosa. Soy Grindelwald, el mago más poderoso de todos los tiempos. ¿Cómo te atreves a utilizar una maldición contra mí? ¡CRUCCIO!- Marie sentía tanto dolor que era incapaz de reaccionar.- El mago ardía en ira- Te he propuesto una cosa muy sencilla, y tú la has rechazado, tomándote a broma lo que te he expuesto. ¡CRUCCIO! Ahora lo pagarás con tu vida, todo sea por el bien mayor...
- No tan rápido.- Dijo Tom calmadamente con la varita en la mano.-
-¿Quién eres tú muchacho?
- Alguien bastante más sensato que la persona a la que usted está torturando.
-¿Y qué quieres?
- Tengo entendido que usted es un gran mago, señor, admiro el dominio que tiene sobre las Artes Oscuras. Su labor es formidable.- Dijo persuasivamente, no podía permitir que acabase con la vida de Marie ahora que le iba a prestar el libro.- Le ruego que no mate a esta joven arrogante, o de lo contrario se arrepentirá.
-¿Me estás amenazando?
- En absoluto, pero forma parte de su naturaleza ser tan testaruda, es una Kyteler... si usted me entiende, señor Grindelwald. Es la última que queda con vida, sería un completo desperdicio acabar con ella, puede servirle de mucha ayuda.
-¿Cuántos años tienes chica?- Preguntó con un tono rudo.
- Quince.
-Vivías en Albania con tu madre. ¿No es así?- Gritó con enfado.-
- Sí pero murió hace unos meses. ¿Cómo sabe usted tanto acerca de mí?
- Soy una de las pocas personas que conocían realmente a tu madre. Una gran bruja.
- Quiero saber más acerca de ella, no he oído hablar de su pasado desde que nací.
- Hagamos un trato, tú pequeña me traerás información acerca de Dumbledore y yo te hablaré sobre Victoire.
- Está bien.- Aceptó estrechando la mano del mago.-
- Y recuerda, no olvides venir sola.- Dijo desapareciendo en una envolvente nube de humo negro.-
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Tom Riddle fanfic; Entre las sombras tú y yo
FanficTras la muerte de su madre a manos de unos muggles Marie es enviada a la escuela Hogwarts de magia y hechicería. Allí conocerá al mago más oscuro de todos los tiempos, Tom Riddle. ¿Conseguirá acabar con sus oscuros planes? ¿O sucumbirá al encanto de...