El andén se encontraba repleto de jóvenes estudiantes.Con aire eufórico se disponían a volver a casa. Muy pocos eran los que con recelo observaban la situación desde la lejanía, entre ellos se hallaban Tom y Marie quienes no tenían más hogar que el castillo. Las vacaciones de Navidad habían llegado y con ellas el gélido aire se apoderaba de los terrenos de Hogwarts.Ambos se despidieron de sus compañeros con pesadumbre. La máquina de vapor color rojo desapareció en la lejanía. Marie miró con poco disimulo y desprecio al joven que se encontraba a su lado.
- ¿Y esa cara? Veo que tus planes no han funcionado, nadie creerá en una acusación contra mí.- Dijo Tom.-
- No cantes victoria todavía.
- Asume la derrota Kyteler, no puedes vencer a Lord Voldemort, nadie puede.
- Una única batalla no determina la derrota, mi Lord.- Dijo burlándose.-
- Has visto de lo que soy capaz, ahora que estamos solos, no te conviene hacerme enfadar.- Susurró con ira.- Además vamos a tener que pasar mucho tiempo juntos, el profesor Slughorn me ha dicho que quieres trabajar en el Ministerio, así que necesitas sacar buena nota en pociones.
- Eres un ser despreciable, te detesto, detesto tu compañía.
- Y sin embargo no puedes evitar sentir una fuerte atracción hacia mí. Admítelo, soy muy persuasivo.
- No lo suficiente, estás hablando con una Kyteler.
- Ni siquiera tú serás capaz de resistirte, ya lo verás.- Insinuó.- Espero que el treinta y uno de diciembre vengas a cenar conmigo.
- Ni hablar.
- Vamos no seas mal educada, es mi cumpleaños.
- El único motivo que encuentro para celebrarlo es que te queda menos tiempo de vida.-El rostro de Tom se tornó severo.-
- Eso no sucederá, seré invencible y todo gracias a ti y a tu libro de los muertos.
- El cual no me has devuelto.
- Ven a la cena y te daré el libro.
- De acuerdo. Estoy ansiosa.- Musitó con desprecio.-El último día del año llegó, hacía frío, el parterre estaba cubierto por un manto blanquecino, nevaba copiosamente, el aire gélido azotaba con fuerza los oscuros ventanales de la Torre de Astronomía, la ventisca imposibilitaba la vista. Las aguas pantanosas del lago negro se agitaban embravecidas y lanzaban fuertes azotes contra los muros del castillo. En el dormitorio tan solo se encontraba una joven, Marie. Se hallaba recostada sobre su mullido lecho, tapada con una manta verde, en sus manos poseía un pequeño libro negro. Desconocía el motivo por el cual ardía en deseos de escribir en el diario de Riddle,había intentado rechazar la tentación ya que no confiaba en el maligno artilugio, pero esa mañana le resultó imposible resistirse, se sentó sobre la mesa,cogió su pluma y se dispuso a relatar sus pensamientos:
Querido diario:
Antes de que custodies los hechizos que me reveló mi madre, me gustaría dejar una pequeña parte de mí en tu interior. No soy una chica común, hasta este año tan solo había tenido un amigo, Tom Riddle. Ahora mi vida ha cambiado, pensaba que la compañía de otros alumnos me gratificaría, pero me siento sola entre la multitud. Que mi vida se tornaría a una llena de luz, mas el encanto de la oscuridad me persigue y no sé hasta que punto podré librarme de ella, cada vez siento con más fuerza el deseo de hacer uso de la magia negra...
La tinta se borró y Marie se asustó, temía que Tom pudiese leer lo que había escrito, aún así el diario era poderoso, y obligó a Marie a seguir redactando. La joven fue cautelosa y trató de no contar muy detalladamente sus vivencias, experiencias y demás información. Las horas pasaron con rapidez, cuando se percató eran las ocho de la tarde, se preparó con rapidez y bajó a la sala común. Se extrañó al no encontrar al joven mago allí, pues él a diferencia de ella era extremadamente puntual. El eco de unos pasos sonó a sus espaldas, alguien le vendó los ojos con una cinta de seda negra.
-¿Tom, eres tú?- Preguntó con nerviosismo.
- Soy yo, no te preocupes, te he preparado una sorpresa.
- No me gustan las sorpresas...
- Confía en mí.- Dijo cogiéndole de la mano.-
- No es conveniente que lo haga.- susurró temblorosa.-
- Hazlo tan solo por esta noche.- Marie suspiró.- Te prometo que puedes estar tranquila. Déjame, tan solo por una vez, ser amable contigo.Tras dar muchas vueltas por los interminables pasillos del castillo. Se detuvieron y Tom quitó el velo de los ojos de Marie.
- ¿Me has traído a la Sala de los menesteres?
- Pensé que así podríamos tener algo más de... intimidad.-Marie lo miró con recelo.- Relájate, no muerdo,estás muy tensa. ¿Serás capaz de fingir tan solo por una noche que te caigo bien?- Musitó apesadumbradamente y le acarició el cabello.
- Tan solo por una noche.- Sonrió.- No te acostumbres.- Tom rió.-
- Tengo entendido que el hidromiel es una de tus bebidas favoritas- exclamó sirviéndole la bebida en la copa.-
- Muy bien. La legeremancia es uno de tus fuertes sin duda.-Insinuó dando un sorbo a la copa.-
- No soy el único.- Su sonrisa cambió repentinamente, se había tornado maliciosa.- Brindemos.
- ¿Por qué?
- Por el poder, por la magia.
- Brindemos.Conversaron con regocijo durante toda la cena, Marie bebió animadamente hasta llegar a un estado en el sus pensamientos se encontraban perturbados por el estado de embriaguez. Tom aprovechó la oportunidad sin vacilar y la besó.
- Saca tu instinto de Kyteler conmigo.- Jadeó y la cogió obligándola a sentarse sobre él, ella se aferró con fuerza a su cuello.-
- Tom, hemos bebido demasiado, no es prudente...
- Calla- bisbiseó el mago- una vez me dijeron que el arte de amar se reduce a decir exactamente lo que el grado de embriaguez del momento requiera.- La besó apasionadamente.- Dime pues Kyteler ¿serías capaz de hacer algo por mí?- Ella se limitó a morderle el labio, dejando que la sangre roja brotase de él, Tom mostró una sonrisa ladina.- ¿ Quieres jugar?- La bruja asintió.- Está bien.Marie no era consciente de sus actos,el alcohol había enturbiado su mente y actuaba instintivamente. Riddle se dispuso a ejecutar su plan:
-IMPERIO- exclamó sin que Marie se diese cuenta de lo que acababa de hacer el mago.- Sígueme- ordenó con brusquedad, el tono de su voz había cambiado y ahora actuaba de un modo cruel.
Condujo a la joven hasta el segundo piso, la cual seguía los mandatos de un modo maquinal:
- Me vas a hacer a hacer un pequeño favor.Ves ese bote con sangre, escribe en las paredes : La Cámara de los secretos ha sido abierta enemigos del heredero temed....
Obedeció sin rechistar, pero su estado no le permitía actuar con acostumbrada cordura. Se dispuso a pintarrajear las paredes, hundió su mano en el cubo, quedó impregnada con sangre y con inesperada torpeza, tropezó vertiendo el contenido sobre sus ropajes. Tom la sujetó evitando que cayese al suelo, marchándose así también el mago de sangre.
- ¿Pero qué has hecho? - Gritó con una rabia incontenible.- ¡Joder!Tom realizó un encantamiento, gracias al cual todo quedó impoluto, todo menos sus ropas. Cogió a Marie en sus brazos y se dirigió a la sala común donde nadie podría percatarse de lo sucedido.
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Tom Riddle fanfic; Entre las sombras tú y yo
Fiksi PenggemarTras la muerte de su madre a manos de unos muggles Marie es enviada a la escuela Hogwarts de magia y hechicería. Allí conocerá al mago más oscuro de todos los tiempos, Tom Riddle. ¿Conseguirá acabar con sus oscuros planes? ¿O sucumbirá al encanto de...