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Cuando se terminaron las clases, el grupito que se supone que es "hetero" se juntaron con Jack y James. Jack mencionó que en casa se sentía solo y que quería hacer "una fiesta de pijamas".

Todos excepto Michael aceptaron, antes tenía que preguntarle a su padre. Minutos después ya estaba en casa, William llegaría en media hora así que salió de la casa y se fue a la pizzería.

Le pidió a Carl una pizza para que William no tuviera que cocinar por él.

Después se fue a un mercado y compró gaseosas. Una vez compró esas cosas, volvió a casa y dejó las cosas en la mesa. Posó su mirada en el reloj de pared que había en la cocina y vio que faltaban aproximadamente 2 minutos para que William llegase.

Tenía mucha hambre pero quería esperar a William para comer juntos.
Cada 5 minutos, Michael volvía a mirar el reloj. Su padre estaba tardando mucho, ya habían pasado 18 minutos.

Apoyó su cabeza en sus brazos y cerró los ojos, se había desilusionado, pensó que William vendría pronto.

Segundos después se quedó dormido.

A las tres y menos cuarto (15:45), William llegó a casa agotado. -Michael estoy en casa!- Dijo un poco alto, casi siempre que decía eso, Michael le respondía con un "Valeee" o "¡Hola papa!. Pero esta vez, no escuchó nada.

Se dirigió a la cocina ya remangandose para hacer la comida pero cuando llegó se llevó una sorpresa. No pudo evitar sonreír. Se acercó al menor y le dió un beso en los labios, y después volvió a poner su cara neutra y le sacudió.

Cuando Michael abrió los ojos le sonrió a su padre y levantó su cabeza de sus brazos. -Hola papa.- Dijo sonando un poco alegre. El plan era este:

Si quería quedarse a dormir con sus amigos tenía que tratar bien a William y hacer todo lo que le ordenara.

William se sentó enfrente de Michael y levantó la tapa de la caja de pizza. Frunció el ceño al pasar los dedos por el alimento y ver que estaba frío.

Michael se sintió culpable por no mantener caliente la pizza. William se levantó de nuevo y agarró la caja para después agarrar el contenido de dentro y ponerlo en un plato de cristal para microondas.

Michael le arrebató el plato y lo metió en el microondas haciendo que William le mire con una ceja levantada. Michael le sonrió nervioso y se apoyó en la encimera esperando a que el microondas pite.

Wilmer rodó los ojos y se sentó de nuevo en la silla. Sacó de su bolsillo su celular y reviso su correo, donde las faltas y partes de Michael estaban.

Antes de que William viera los correos de la escuela, Michael le arrebató el móvil. -Michael... ¿Que cojones te pasa? No me vuelvas a arrebatar el celular de la mano en tu vida..- Dijo William frunciendo el ceño por la falta de respeto de su hijo.

-Lo siento papa, solo quería saber porque has tardado tanto en el trabajo..- Dijo Michael llevando el celular detrás de su espalda.

-Ah... Eso....- William le empezó a contar que había unos niños que se estaban portando muy mal y que les echó de la pizzería, los padres se enfadaron al no encontrarlos donde los dejaron. Pero en realidad, lo que pasó fue que William mató a los niños.

Mientras William se quejaba de lo mal educados que eran los niños, Michael borraba los correos de la escuela sin mirar a la pantalla. Esa técnica la aprendió con el tiempo.

Cuando terminó de borrar los correos le devolvió el celular a su padre y se volvió a apoyar en la encimera.

William siguió revisando sus correos sin encontrar nada interesante. Dejó el móvil en la mesa al escuchar el pitido del microondas.

Un Infierno Sin Fin (William x Michael)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora