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Cuando Michael despertó, se alarmó un poco ya que estaba en ropa interior, no recordaba que pasó ayer, solo recordaba que Mark le convenció para emborracharse.

Se levantó y se puso la ropa, esta vez William no le había llamado para desayunar. Pensó que quería matarlo de hambre como castigo. Pero se equivocó.

Al bajar a la cocina, no había nadie, al bajar al sótano tampoco encontró a su padre. Buscó por toda la casa sin resultado.

Suspiró y se sentó en la mesa. Supuso que su padre se había enfadado con él y no quería verle la cara...

Unos minutos después se puso feliz al escuchar la puerta sonar. Se acercó rápidamente y abrió. Se decepcionó al no ver a su padre detrás pero después se alegró al ver a Henry.

-Buenos días Henry.- Dijo alegremente.

-Buenos días Mike, tu padre me dijo que te viniera a buscar, estas listo?- Preguntó Henry.

-Oh! Entra, en unos minutos bajo.- Dijo corriendo hacía el segundo piso. Se vistió rápido para no hacer esperar al mayor y bajó.

Al llegar a la pizzería, Michael se fue a la oficina de su padre pero tampoco lo encontró ahí. Se desilusionó y se sentó en la silla.

Unos minutos después escuchó el chirido de la puerta, se giró rápidamente y sonrió alegre al ver a su padre.

William no parecía muy alegre.

-Hola padre!- Dijo intengando ablandarlo. William se acercó rápidamente a él y le pegó un puñetazo bastante fuerte. Fue tan fuerte que dejó a Mike en el suelo.

El adolescente puso su mano en su mejilla y miró a su padre con terror.

Scott, Henry y Carl justo estaban entrando a la oficina, iban a hablar con William sobre las nuevas compras que hicieron días anteriores.

Lo vieron todo.

William ni se molestó en girarse, se lanzó encima de su hijo y levantó el puño otra vez.

Henry reaccionó a tiempo y le agarró el brazo a su mejor amigo.

-William estas loco?!- Dijo Henry intentando tirar de él.

-Sueltame Henry! El se lo ha buscado!- Dijo William mirando con odio al adolescente, este intentaba escapar de debajo de su padre.

- Y porque merecería esto?!- Preguntó Henry pensando que su mejor amigo exajeraba.

-Ayer vino borracho a casa!- Gritó William.

Carl agarró a Mike de las axilas y tiró de él. Lo sacó de la sala y lo llevó a la cocina. Scott fue detrás de ellos.

Mike estaba muy dolido, puso sus manos en sus muslos y miró el suelo. Salían lágrimas de sus ojos.

Carl revisó un poco la mejilla del menor y fue a buscar hielo.

Scott se quedó sentado junto al adolescente. -Soy un idiota...- Susurró el menor. Carl volvió con el hielo y se arrodilló enfrente del menor.

-No, no eres un idiota, cuantos años tienes?- Preguntó Carl mientras atendía su mejilla.

-15..- Dijo Mike con una voz algo rota.

-Entonces es normal ir a fiestas, eres un adolescente, eso es lo que hacen los adolescentes, disfrutar la vida al máximo!- Dijo Carl alegre.

-Pero...- Mike iba a seguir culpandose a si mismo pero Carl le interrumpido.

-Nada de peros, no es tu culpa, tu padre lo ha exagerando..- Dijo Carl terminando de tratar la mejilla del menor.

Un Infierno Sin Fin (William x Michael)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora