Un Infierno Sin Fin (William x Michael)

36

Al día siguiente William se despertó primero como casi siempre y le quitó las manos de encima a su hijo porque estaba casi estrangulando lo.

Se levantó y se estiró para después ponerse el uniforme y bajar a la cocina a hacer el desayuno, hoy quería llevarse a Michael al trabajo para intentar hacerle olvidar lo que le había hecho Dylan aunque eso sería muy difícil.

Ahora que lo pensaba mejor, no iba a hacer desayuno porque pensó que sería mejor si se llevaba a Michael a desayunar por ahí.

A él le encantaban los dulces de los cafés porque simplemente eran el desayuno perfecto que a cualquier persona le gustaría tener.

Subió de nuevo las escaleras y fue a despertar a Michael. Esta vez no iba a ser tan cruel con él. Se arrodilló a un lado de la cama, enfrente de su rostro. Le quitó la sábana y le sacudió pero ni muy fuerte ni muy suave.

-Michael...- Le dijo con su voz y expresión normal. Michael le miró triste al recordar lo mal que lo había pasado anoche. -Ponte el uniforme y no tardes en bajar.- Le dijo William mas rudo al darse cuenta de que estaba siendo demasiado amable.

Mike desvió la mirada y asintió aun mas triste. Se puso el nuevo uniforme que odiaba menos y se lavó la cara. Después bajó con su padre a la cocina pero no estaba ahí.

-Papa?- Le llamó confuso al no encontrarle. William le llamó desde la puerta de entrada.

-Vamonos Michael.- Dijo cogiendo las llaves para poder cerrar la puerta pero Michael no salía de la casa. -Que te pasa?-

-No vamos a desayunar?- Le preguntó confuso ya que tenía mucha hambre.

-Vamos a un café y te compro lo que quieras pero date prisa.- Dijo William chasquenado los dedos. Michael salió de la casa y se montó en el coche junto a su padre.

Después de desayunar, se dirigieron al local y empezaron con el trabajo. Michael fue a saludar a Jeremy mientras que William iba buscar algo que hacer.

Antes de ir a saludar a Jeremy, en el camino se encontró con Scott. Parecía un poco impactado. Nada mas verlo, Scott se acercó corriendo a él y le arrastró a la oficina.

-¿¡Que te pasa?!- Le gritó quitándose sus manos de encima.

Scott le miró unos segundos y después se decidió a hablar. -Michael... No te dejes ver por Dylan... Ha estado todo el día buscándote y no parecía tener buenas intenciones, esta loco...- Dijo Scott frunciendo el ceño.

-No le he hecho nada malo...- Dijo Michael sintiéndose mal porque simplemente existía. Scott le sonrió para seguido de eso, darle un fuerte abrazo.

-No te preocupes Michael... No es- Podía haber seguido hablando si William no hubiera entrado de golpe en la oficina.

Scott y Michael se separaron rápidamente y miraron confusos al mayor. Después de unos segundos de silencio incómodo, William decidió hablar.

-Michael, te necesito para una cosa...- Dijo William intentando ignorar lo que acababa de ver.

-Ah... Para que?-

-Hay un animatronico estropeado... Necesito que me ayudes a repararlo.- Le dijo agarrandole del brazo y llevándoselo fuera de esa oficina.

Se lo llevó a la sala de mantenimiento y le enseñó el animatronico que tenían que reparar. Le enseñó a desmontarlo y después le pidió que esperará.

-Oh, espera un momento aquí Michael, voy a por una herramienta y vuelvo...- Dijo William limpiándose las manos en un trapo.

Mike asintió y se sentó apoyado en una pared mientras observaba mas detalladamente al animatronico.