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Cuando pasaron los 2 minutos, William le dió permiso a Dylan para entrar al cuarto donde Michael ya estaba en su cama delirando.

Cerró la puerta detrás suyo dejando a un casi totalmente arrepentido William. Se acercó al adolescente y se sentó a su lado. Estaba muy impaciente y nervioso, tanto que no podía evitar tiritar.

-Hola Mikey..- Le saludó mientras le acariciaba el pecho. -Necesito que me perdones por lo que voy a hacerte esta noche.-

Tras disculparse, se puso encima de él y empezó a desvestir lo. Le estaba costando controlar su ansiedad.

Cuando el menor estuvo completamente desnudo, le besó el cuello y no esperó mas para preparar su entrada. -Espero que no estes sufriendo mucho.-

Michael se agarraba a los antebrazos del mayor clavándole las uñas, no tenía ni idea de que es lo que le iba a hacer o porque.

Para él todo eso era una pesadilla.
Una horrible pesadilla.

Dylan le masturbó para conseguir algo de lubricación con su semen, después volvió a intentar prepararle mejor.

-Estas bien Mike? Puedes hablar conmigo.- Dijo Dylan siendo bastante cuidadoso. Con tanta delicadeza, Michael casi no sufría pero tanto dulce llegaba a su fin...

En cuanto el adulto se desabrochó el pantalón supo que el infierno acababa de comenzar y lo peor es que no podía hacer gran cosa.

Dylan masturbó un poco su miembro y metió la punta haciendo que el contrario se tense. Para el mayor era una agradable sensación que le hizo estar en las nubes mientras que para el menor era como el infierno.

-Dylan...- Susurró Michael con dificultad poniendo sus manos en el pecho del mayor intentando apartarlo.

-Que pasa cielo? No te gusta?- Le dijo acariciándole el pelo para después bajar al pecho y abdomen. Se inclinó un poco para poder darle un beso mientras le pellizcaba los pezones.

Poco a poco se fue metiendo mas en el interior del adolescente. En cuestión de minutos estaba saliendo y entrando de él rápida y bruscamente.

Michael gemía y gritaba por su padre con esperanzas de que vendría y le salvaría... Pero este nunca se asomó por la puerta...

Dylan estaba disfrutando mucho ese momento, iba a seguir jugando con él, toda la noche.

William estaba apoyado en la puerta escuchando los gritos de su hijo sin poder hacer nada por él. Se sentía mal? Si, podía hacer algo? No.

Solo podía esperar ahí hasta que el otro adulto termine para poder entrar ahí y mimar a su hijito mientras le limpia los restos de semen de Dylan.































6 horas después Dylan le abrió la puerta a William. Se despidió de el y salió de la casa sin mas.

William se tiró junto a su hijo y notó que estaba inconsciente. Lo cogió en brazos y lo llevó a la ducha.

Se aseguró de que no quedara ni un pequeño resto de semen y sangre. Después lo dejó en la bañera en agua caliente y se fue a cambiar las sabanas.

Hoy Michael no iba a ir a clase. Era lo máximo que podía hacer por él...

Lo acostó de nuevo en la cama pero esta vez lo dejó en ropa interior ya que le daba pereza ponerle ropa y necesitaba dormir un poco.

Le rodeó con los brazos y le besó la cabeza. Después se le ocurrió darle un beso en los labios, y eso hizo.

Un Infierno Sin Fin (William x Michael)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora