La primera semana de agosto llego tan rápido que era frustrante en todos esos meses y días solo habían conseguido una cosa más de las que ya sabían, ahora estaba con Bruce terminando de crear a V.E.R.O.N.I.C.A por si las cosas se salían de control en algún momento, Bartón entro con una de sus flechas.
—Stark una de las flechas especiales, no es especial— dijo el arquero.
—¿Qué dices?— Tony dejo de hacer lo que hacía para mirar a Clint.
—Eso intente probarla pero nada, creo que algo falló en el sistema de esta— informó.
—¿Cuál de ellas es?— Tony tomo la flecha en sus manos y la examinó.
—Sino me equivoco es la de electroshock — Clint se sentó frente a Tony a esperar.
—Si, esa es, bueno dile a Jarvis que la escanee así podrás hacerte cargo tu, pero para más seguridad podrías hacerlo aquí— dejo la flecha en un espacio considerable para que Clint pudiera arreglarla.
—Señor llamada de la señorita Potts— informó Jarvis, para luego seguir trabajando con Clint.
—Tony te estoy esperando, tenemos que hablar— Pepper no dijo nada más, así que Tony salió del laboratorio y subió a verla.
—Dígame señorita Potts— Tony entró a su piso donde Pepper se veía afligida y estaba junto a un chico vestido de negro por su mente pasaron dos cosas– bien iría a un funeral o a una audición para lo hombre de negro – estuvo a punto de bromear con eso, pero el ambiente estaba muy serio y algo tenso, su corazón comenzó a latir muy fuerte y un extraño presentimiento le revolvió el estómago algo malo estaba pasando.
—Tony, te presento a Chad, el bueno vino aquí a hablar contigo sobre algo importante — La rubia tomó su mano sintiendo su fría piel, se sentó en el sillón y el hombre le entregó unos papeles, los tomó sin querer alargar más eso que lo estaba poniendo de los nervios.
—Como ya se lo comentaron soy Chad Thomas, soy del departamento de trabajadores sociales, sé que se preguntará la razón de mi aparición en su empresa y casa, como le dije a la señorita Pepper Potts, solo vengo porque usted es uno de los contactos que encontramos en el celular de la señora Keener...— Tony estaba escuchando con atención, pero al escuchar el apellido del niño, pudo sentir como su corazón se detuvo y se le cortó la respiración.
—¿Qué pasó?— pregunto en un susurro , este no era momento de tener un ataque de pánico tenía que mantenerse tranquilo.
—Si justo a eso iba, el día Lunes de esta semana ella junto a su hijo sufrieron un terrible accidente de tránsito cuando regresaban a Ross Hill, donde ella lamentablemente falleció tratando de salvar a su hijo...— tratando, tratando, tratando, esa palabra se repetía en su mente, eso quería decir que...¡No! Se negaba a pensar en ello, si fuera así este hombre mal disfrazado no estaría ahí hablando con él.
—¡No se quedé callado!— gritó en desesperación cuando el hombre no dijo nada
—Según los informes estaban regresando a su casa luego de dejar a su pequeña hija con su madrina, esta se encontraba a unas horas de su casa, casi anochecía, un camión se salió de control chocó al tratar de esquivarlo, el impacto fue fuerte tanto que el auto salió a la autopista chocando por segunda vez con un árbol, la ayuda médica llegó diez minutos después — el hombre no llegaba a la parte que a Tony le importaba y este estaba poniéndose cada vez más nervioso y apretaba fuertemente la mano de Pepper.
—¿Cómo está Harley?— pregunto ya no podía esperar más.
—El niño está aún en el hospital, su madre llegó con vida pero no resistió murió al día siguiente pudo despedirse de su hijo viéndolo una última vez, no sé como está realmente el pequeño, lo único que sé es que será transferido a un orfanato en cuanto despierte, su vine aquí fue para informarle que la mamá del niño alcanzó a dejar un mensaje para usted.— Ahora no le importaba aquel mensaje tenía que ver a Harley saber como esta, pero no sería fácil no era nada del niño.
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Cambios de vida | Irondad |
FanfictionEn este punto de su vida, en el que esta buscando mas motivos para seguir de pie y no caer en su propia tortura y es que los sucesos de N.Y causaron una antes y un después muy notorio en su vida. Afortunadamente dos personitas, le dan un motivo para...