8. No sabes quién soy

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-Maia-

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-Maia-

-¿Estás bien?- me preguntó Hugo mientras me arrastraba entre la multitud.

Acababa de llevarme lejos de Aaron después de que empezara a hacer comentarios estúpidos pero eso no era lo que me preocupaba, estaba acostumbrada a esos comentarios, ya no eran tan dolorosos.

-Sé que ese capullo es feo pero parece que hayas visto un fantasma, ¿quieres que le diga a Gastón que te lleve a casa?- lo pensé un segundo pero no quería ir a casa, mamá me haría demasiadas preguntas, pero por otra parte tampoco quería estar ahí.

Mi cerebro estaba entumecimiento, demasiados recuerdos, demasiado dolor...

-¿Hermione?- me llamó Hugo y yo tragué grueso.

-Estoy bien, déjame con Irina y Rodri.

Y por estas cosas no ganamos el premio a las más inteligentes del año.

Lo sé...

No voy a mentir, estaba aterrada pero de una forma u otra él sabría que yo estaba ahí, mucho había durado.

Hugo y yo seguimos caminando hasta la entrada a las gradas, fui a subir los escalones para buscar a Rodri e Irina y ya puestos alejarme también pero Hugo me tomó del brazo antes de que me fuera.

-No sé qué ha pasado con ese capullo pero si quieres irte no tienes que quedarte- en ese momento vi en sus ojos que le hacía ilusión que me quedase y tomé una decisión de forma tan fuerte como solo alguien que sabe que es una estupidez y lo sigue haciendo lo hace.

-Me quiero quedar pero más te vale apalizarlos- le dije yo con falsa seguridad.

-Pensaba hacerlo dijeras lo que dijeras y puede que no sólo en el campo de fútbol.

-Brent es un tramposo, es rápido pero comete el error de que se sobrefuerza, si pones a alguien rápido y con buena resistencia a cansarlo lo dejaréis fuera de juego- dije yo sin pensar.

Querer venganza no siempre está mal...

-¿Cómo sabes eso?- me preguntó él sorprendido.

-Lo vi jugar alguna vez sin que él lo supiera- otra confesión que solté sin pensar, jamás creí que se lo diría alguien, menos después de todo aquello.

-¿Quieres que siga preguntando?- por un segundo quise contárselo todo, pedir ayuda decirle por qué me comportaba de esa forma pero no quise preocuparle y no tuve el valor.

Negué con la cabeza y Harry tomó una respiración honda antes de mirar de nuevo al campo.

-¿Puedes decirme algo del capullo? Después de lo de hace cinco minutos estoy conteniéndome para no darle una paliza.

-Le cuesta atacar con la izquierda- fue mi única respuesta antes de que nos quedásemos mirándonos a los ojos unos segundos-. Suerte- No pude evitar decirle.

Amor entre libros (PAUSADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora