Conocí a Hugo en una librería y después de meses sin comunicación volvimos a encontrarnos en el momento de más soledad para ambos, ¿cómo puedo sentirme sola si Harry no deja de molesatar?
El chico extrovertido que se quedó solo y la chica introvert...
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-Maia-
-Yo...- murmuré sin tener claro cómo responder.
-No te voy a presionar a que me lo digas pero que sepas que estoy ahí para lo que necesites. - murmuró él.
Desde que lo conocía me había dado cuenta de eso, Hugo no me presionaba para hablar, respetaba mis silencios de la misma forma en que yo respetaba los suyos.
-¿Escribes tú la historia?- le pregunté yo con una sonrisa falsa- Puede que sea más interesante que la real...
-Me parece bien, voy a escribirla, te dejo, ya sé qué voy a escribir, pásame lo tuyo en cuanto lo tengas.- me respondió Harry emocionado.
-¿Vas a escribirla ahora?- pregunté divertida- Es tarde y mañana tienes partido.
-Es tarde, no tengo que madrugar.
-Es a las once- me quejé yo.
-No es culpa mía que seas una floja que necesita dormir hasta las doce los fines de semana.- se burló de mí riéndose.
-¡No soy floja!
-Lamento informarte, Hermione, pero no podrías ser protagonista de ningún libro.
-¿Por?- pregunté ofendida.
-Porque ellas madrugan y a ti para levantarte de la cama hay un tirarte un cubo de agua.
-¡Eso no es cierto!
-¡Sí lo es!
-¡No!
-¡Sí!
-¡Ya te he dicho que no, pesado!
-¡Ya te he dicho que sí, hermosa!
-¡No me halagues mientras discutimos!¡Me distraes!- me quejé conteniéndo la risa mientras el sonreía de la forma en la que únicamente lo estaba haciendo cuando estábamos a solas.
-¡No me pidas que te mienta!
-¡Lo estás haciendo y no es justo!¡Yo no te digo lo bu...!- dije yo pero me interrumpí en cuanto me di cuenta de que me iba a ir de la lengua.
-¿Que yo qué?- preguntó él sonriendo aún más.
¿Acaso no se cansa de sonreír?
-Nada.
-Dímelo.
-No seas idiota, no era nada.
-Yo creo que sí lo era, deberías decirlo que no te escuché bien, creo que tengo los oídos taponados.
¡Piensa rápido!
-Te dejo, me llama mi madre, nos vemos en el partido de mañana- me inventé yo colgando sin darle tiempo a objetar.
