Parte 1
15 de julio de 2011 a las 11:15
A unos pocos cientos de metros del suburbio New Delta Philip se encontró a Willo y a un hombre de aspecto sospechoso. Al verlo, se dio cuenta instantáneamente que este hombre estaba relacionado con las misteriosas voces que escuchaba. Podía sentir como el aire a su alrededor se volvía más y más pesado. Una presión que amenazaba con crujir sus huesos.
Willo se acercó a él. Ella respira de forma agitada, por lo que asumió que estuvo peleando contra el hombre extraño.
—¿Acaso es esto por lo que actuabas tan extraño, Chico? ¿Tú sabías de este tipo?
—Nunca lo había visto, pero Bill me había advertido sobre alguien que estaba patrullando esta zona. También... He sentido su poder.
El hombre vio el rostro preocupado de ambos chicos y sonrió levemente.
—Tranquilos, no quiero pelear, pero si me atacan obviamente responderé.
—¿Lo has atacado tú? —Philip miró con incredulidad a Willo, que agachó su cabeza con vergüenza.
—Es que su apariencia me intimidó un poco.
—¿En serio, justo tú?
El hombre extraño finge toser para llamar la atención de los chicos, ellos reaccionan a ese gesto y lo miran en silencio. Ambos tienen las guardias levantadas, saben lo peligroso que es el ser delante de sus ojos.
—Primero déjenme presentarme, no tengo un nombre, mi número de unidad es 8989 y mi seudónimo es Codex, pueden llamarme así si desean.
—Codex ¿Eh?
—Si mal no recuerdo ustedes son Willo y... Zero. Sí... Son aún más interesantes al verlos con mis propios ojos.
—¿Nos has estado espiando todo este tiempo, maldito?
—Willo, cálmate.
Ante el nerviosismo de Willo, Philip intentó que la situación no se salga de control. Ambos están en desventajas incluso con las piedras Eyre, ya que esta no aumenta el poder de Willo, sino que le permite recargar su energía oscura más rápido cuando esta se agota. Por más que Philip le entregue su piedra a ella, el poder que puede utilizar es limitado a lo que su contenedor puede almacenar. En ese sentido, solo por la presión que ejerce el poder de Codex, ambos saben que él dispone de un contenedor mucho más grande, pudiendo usar habilidades muy poderosas, y si llega a tener una piedra Eyre, están perdidos.
—Necesitaba saber algunas cosas sobre los poseedores de las piedras, no he espiado sus cosas privadas ni nada por el estilo.
—¿Tú también tienes una piedra?
—No, no es así. El tercer poseedor no es alguien definido, la piedra va pasando de una mano a otra y no lo tengo bien claro.
Philip y Willo miraron fijamente a Codex con recelo. No importa como lo vieras, era difícil creer en él.
—Oh, supongo que tienen dudas sobre mi poder. Es razonable. Si quiero negociar con ustedes, deberé mostrarles mis verdaderas intenciones.
Codex remangó su brazo izquierdo y presionó un botón que se encontraba en un dispositivo incrustado en su antebrazo. Cuando lo hizo, apareció por un breve momento un mosaico electrónico que cubría su rostro, dejando perplejos a Philip y a Willo con lo que había detrás.
No era un humano, era un ser de aspecto humanoide, de piel azul oscura, ojos rectangulares y los Pómulos muy hundidos. En la parte trasera de su cabeza se encontraban cientos de circuitos, metal y pequeñas luces.
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Element/Zero [Libro 1]
AksiPhilip Mrown, un aspirante a héroe, vio cómo su mejor amiga, junto con miles de personas, son destruidas frente a él, en un incidente relacionado con la energía oscura. Al investigar el hecho descubre que lo ocasionó una de las tres piedras Eyre, ob...