Capitulo 1 - El Hijo Que Siempre Quisimos

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"Ningún amor es tan grande como el que tiene un padre por su hijo." -  Dan Brown

Den-en-chōfu "Ciudad Jardín" Tokio

La Ciudad Jardín es un barrio al sur de Tokio, fue desarrollada por un extranjero británico. Este barrio es muy famoso debido que aquí residen las personas que tienen un buen capital. Pero lo más llamativo de todo es que contiene parques naturales tan hermosos que cualquiera que los viera se maravillaría de su gloria y resplandor.

Dentro de esa mínima población se encontraba una pareja que rondaban entre los cuarenta y cinco. El hombre bestia un kimono negro con franjas azules que le adornaban y para sostenerle llevaba un obi del mismo azul que las franjas del kimono, además utilizaba unas sandalias de madera de color negras y también unas calcetas de color blanco. Su complexión era mediana, poseía unos ojos cafés oscuros, su cabello era de color negro peinado, pero también llevaba un pequeño bigote y sobre todo poseía unas pequeñas arrugas cerca de sus ojos y en la frente, haciendo entender que ya no era una persona joven. La mujer era también de complexión mediana, pero un poco baja que su pareja y también poseía una que otra arruga en su rostro pero menos que su pareja. Sus ojos eran de color un color amatista y su cabello era de color café. Ella bestia como su pareja un kimono pero de color morado con algunos temas florales en ella y el obi que sostenía el kimono era de color negro, al igual que su pareja su calzado eran unas sandalias de madera de color negra y unos calcetines blancos. La pareja se encontraba feliz de la vida, debido a que no les faltaba nada, es más les sobraba de todo, exceptuando un hijo a quien amar. La causa de esto es que la mujer era estéril y por ese motivo no podían tener un hijo de sangre. Pero ese no era justificación para no tener un hijo, ya que durante el transcurso del día la pareja habían discutido si adoptar a algún niño o adolescente, mientras que al mismo tiempo rondaban tranquilamente en los jardines de su mansión.

Pero entonces se darían cuenta de que todo el lugar se estaría iluminando, y sin pensarlo dos veces voltearían para ver que era lo que producía esa luz. Para entonces dar se cuenta que una esfera de fuego estaría dirigiéndose cerca de ellos, la pareja se pondrían de rodillas y esperar su inminente muerte. Pero la fortuna les sonrió una vez mas, ya que la esfera se desviaría y aterrizaría en el bosque cerca de su casa. La pareja estaría feliz de estar vivos, pero la curiosidad de la mujer había nacido y empezaría a caminar en dirección a la esfera que acaba de caer. El hombre al ver a su esposa que caminaba hacia el peligro, al instante correría hacia ella y al estar cerca de ella la tomaría del brazo izquierdo— ¡¡¡Hikaru!!! ¿Qué es lo que te sucede? ¿Por qué vas en dirección a esa esfera de fuego? —Reprocharía el hombre a su compañera, la mujer ahora identificada como Hikaru se soltaría del agarre de su pareja y respondería— No te preocupes Kenji, solamente es una roca no creo que sea algún ser vivo. —Y sin pensarlo dos veces Hikaru se dirigirá, para ver más de cerca la roca que habría caído del cielo. Kenji al ver que no podría hacer cambiar de opinión a su esposa, le seguiría el paso hacia el peligro.

Pasarían los minutos y a pesar de que era de noche no hubo ningún problema con algún demonio, ya que los que estaban en ese bosque salieron huyendo del lugar debido a la nave que había aterrizado. Kenji y Hikaru seguirían buscando por el lugar, siguiendo la señal de humo que la nave producía. La pareja que seguía buscando no se hablarían, lo único que habría un silencio en el ambiente (exceptuando los animales nocturnos). Estarían así por largo tiempo hasta, hasta que Kenji no lo soportaría más— Oye cariño ¿Ya pensaste de qué género quieres al niño?. —Preguntaría Kenji algo intrigado, Hikaru al escuchar la pregunta de su marido se sorprendería de la pregunta— ¿Por qué la pregunta Kenji? —Preguntaría la mujer mientras no paraba de caminar— Es simplemente curiosidad y también quiero tu opinión acerca de este tema. —Respondería Kenji, Hikaru al escuchar la respuesta de su esposó se le dibujaría una sonrisa en su rostro para después responder— A mí no me importa si es niño o niña, con que tenga un gran corazón es suficiente para mí. —Kenji al escuchar la respuesta de su esposa una sonrisa aparecería en su rostro.

Una Bendición o una Maldición (Kimetsu no Yaiba y Dragon Ball)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora