Mint

1.Desolador

Capítulo 1

Desde la punta de sus dedos hasta la punta de cada cabello. Una corriente eléctrica que se desperdiga por todo mi cuerpo, atacando las fibras nerviosas. Cada terminación.

La forma en coge el borde de su polera para secar el sudor de su frente mientras sonríe de manera destellante bajo el sol de abril.

Me he encontrado a mi mismo viendo como la respiración infla su pecho causando una sensación indescriptible de paz. Como si saber que el aire que ingresa a sus pulmones dándole el aliento me trajera seguridad y felicidad.

El cabello castaño que cae sobre su rostro cuando se agacha para delinear con sus piernas y manos la línea límite de una carrera, cuando habla sobre algo que lo apasiona, cuando lee un libro extraño en la biblioteca para luego contarme a detalle todo el contenido, porque el es tan brillante e inteligente, curioso y radiante, como cuando camina mirando al cielo. Cuando vive.

Podría aclarar que con sólo una bocanada de su aroma mi cuerpo comienza ese cosquilleo casi imposible de ocultar que pareciera sue acumulan en la punta de mis papilas gustativas.

Retazos, adornos, luz o sombra, caminando o estacionario, sonriente o serio, dando un discurso con su claro dominio de un tema, hablando sobre sus sueños, tocando guitarra en un rincón solitario creyendo que nadie lo observa, jugando como un niño o actuando como un adulto, siendo sensual y viril, dando fuertes pasos hacia el futuro.

Cuando me habla y sus pestañas hacen sombra sobre la base de sus ojos. Antes ni le daba sentido al sentimiento del que las personas hablaban. "amor" "amar a primera vista"

Casi como si fuera una investigación, indagando sobre ello. Lo más cercano a eso era cuando la abuela me habló sobre ver a mi padre recién nacido. "amor a primera vista" la sensación de sentir que siempre estuviste descompuesto y alguien te reparo. Que siempre te faltó el aire pero te lo devolvieron, como una máquina de oxígeno funcionando a la perfección.

¿Cómo puede el amor volverse así?

Desear tanto a alguien, conformarse con verlo de lejos, esperar que sea feliz porque te da felicidad.

Frases como

"si es feliz también lo seré"

"solo deseo su felicidad"

"prefiero quedarme como un amigo a perderlo"

Y era verdad, me parecían clichés conformistas, no había nadie en mi vida capaz de hacerme pensar que mirar de lejos estaba bien, sobre todo porque era un niño.
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                    Pasado
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-¿listo? -

Levante la mirada de mi escritorio, encontrando su pecho tonificado frente a mí, sus mangas remangadas en los hombros dejando ver sus brazos.

-¿terminaste con el juego? - lo observé mientras metía mis manos en la mochila. Sonrió en grande achicando los ojos.

Me hizo pensar "¿cómo alguien tan joven puede tener arruguitas tan marcadas?"

-termine, tu terminaste tu trabajo también así que vamos, si te portas bien te comprare un helado-

-¿mew, sabes que no soy tu hijo verdad? -

Me puse de pie, colgué la mochila en mi hombro.

-No sería capaz de tener un hijo tan pequeño y delgado-

-¡Oh! Perdón señor suppasit, no todos tenemos la suerte genética de nacer con ese enorme cuerpo suyo… ¿quizás sí como lo mismo que tu y ejercicio contigo lo consiga? - mi pregunta curiosa lo hizo pensar unos segundos, arrugó el entrecejo y negó.