Mint

4: Adherencia

Cuando tenía 14 fue la única y primera vez que no me sentí dueño de mi propio cuerpo. La sensación era como flotar en agua tibia casi caliente…

Mirar mis manos nubladas, con una fiebre indescriptible y que por tu mente se reproduzcan imágenes de una sola persona. Podría describir el sentimiento como desquiciante, tu cuerpo realmente no es tuyo porque quieres que alguien más lo maneje entre sus manos. Siendo maleable, compartir el calor.

El primer pensamiento y la primera imagen fueron esa que guardaba íntimamente en mi memoria, del 14 de marzo, mew jugaba con sus compañeros en el jardín, los cursos mayores y sobre todo los alfas solían ser bastante salvajes.

El calor de ese día era tan arrollador, el primer examen de la semana había acabado, en la hora libre me dedique a ver por la ventana aquel partió y de un momento a otro se acabó, mew sonreía como si hubiera ganado la competencia más importante de su vida, sus piernas dejaron de moverse, levantó la punta del frente de su camiseta y secó su sudor.

En cualquier otra ocasión pensaba que eso era asqueroso, como puedes secar el sucio sudor con la ropa que usas. Es un sin sentido. En cambio ese día cuando él lo hizo, mi mano dejó de sostener mi mentón y quedé algo desconectado de la realidad, cuando note que salivaba cubrí mi boca con la mano y desvíe el rostro más mis ojos siguieron observándolo. El calor en mi rostro se extendió por mi cuerpo. La respuesta fisiológica siempre es la más honesta a la hora de saber si alguien te gusta.

Puedes sentir muchos tipos de atracción y ello conlleva una gran carga de distintas emociones, pero si tu mente y tu cuerpo reaccionan estas perdido. "Alguien que te haga pensar tanto como te puede hacer gemir" dijo mi abuela. Fue hippie en los 70's pero ahora se que es real.

Que pasa si solamente te sientes cómodo y te diviertes con alguien; por supuesto lo inviertes en tu amigo, si puedes salir por ahí y estudiar al otro día, fácil es un compañero. Es más, no me imagino teniendo una relación amorosa con ninguno de mis amigos porque no hay otra emoción implicada, la línea divisoria entre la amistad es bastante simple. Si puedes intimar, si tu piel se eriza, si te excita, si su presencia te abruma, si también te da calma, paz, comodidad y confianza.

Si pudiera, no repetiría su nombre para darle sentido a la reflexión.

Solo una delgada tela, casi transparente y que no dejaba espacio para la imaginación, ese era el short y la playera que estaba usando, el clima en Tailandia es demasiado caliente, sentí cada músculo de su cuerpo tensarse en cuanto mi cuerpo se pegó al suyo. Quedé parado de puntilla cuando me apretó contra él y olfateo mi cuello. ~ah~sus manos extendidas me apretaron hasta que la que tenía en mi pecho subió por mi cuello y ladeo mi rostro para quedar frente a él.

Apreté los ojos, su nariz tocó mis labios y subió hasta tocar la punta de la mía. Suspiro contra mis labios y un suave roce de sus delgados labios hizo que arqueara mi espalda.

Eso le gustó. ~ah… - jadeo en cuanto plantó por completo su boca sobre la mía.

¿Es normal que la saliva extraña sea tan dulce? Mi mente fue un caos durante solo cinco segundos. No fue un beso profundo, sólo deslizó sus dientes por mi labio inferior mientras apretó mi vientre con su mano, con la otra mantenía mi rostro pegado al de él.

-disculpen… es un poco temprano-Kaleb se aclaró la garganta. Mis ojos se abrieron tan rápido que parecía haber desestabilizado mi cabeza.
Mew me miró con algo de tristeza y su expresión nuevamente se puso fea.

Mi mano que aún sostenía la espátula la apretó con fuerza, se apartó y yo agarre mi pecho arrugando la playera.

-¿qué fue eso? - jadee apuntando lo con mi espátula.