Me gustas así

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Se removía de un lado a otro, estaba cansado y hambriento, pero algo dentro de él estaba inquieto.

- ¿Qué pasa? Te siento preocupado

El mencionado giro su cuerpo y vio a su pareja.

- tú, nunca me engañarias ¿Verdad? ¿Itachi?

Itachi: te amo, cómo podría ver de esa manera a otra persona.

El mencionado sonrió y volvió a besar a su pareja. El beso lentamente se volvió más demandante, teniendo como resultado al pelilargo nuevamente abierto de piernas y a su pareja acomodándose entre ellas, ambos son alfas, ambos son celosos y posesivos.

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Dos días más habían pasado, en la habitación de un Omega azabache las cosas eran tranquilas, lo estaban dando de alta y su madre le ayudaba en acomodar sus pequeñas cosas que utilizo en su estadía, en eso la puerta fue abierta y un enfurecido alfa ingresaba, la mujer se puso al lado de su hijo.

Sasuke: ¿Qué haces aquí?

El alfa no dijo nada, solo lo observó

Mikoto: llamaré a seguridad

La mujer iba a tomar el teléfono, pero el alfa gruño.

Sasuke: que diablos pretendes al venir aquí.

El alfa se acercó y con brusquedad tomo de los hombros al omega y lo giro.

Mikoto: ¡¡Deja a mi hijo!!

La omega intento quitar las manos del alfa, pero este la empujó con fuerza al suelo.

Sasuke: ¡¡Madre!!

El alfa descubrió aquella marca.

Riuko: entonces es cierto, te dejaste follar por alguien más

El Omega azabache forcejeaba con todas sus fuerzas para soltarse, el aire olía a peligro, sus sentidos se dispararon y solo pudo cubrir su vientre.

Riuko: y encima llevas a su bastardo, pero .... Eso será en poco tiempo.

El alfa rompió la parte superior de la camisa del omega y sus garras salieron, las cuales rozaban su piel.

Mikoto: ¡¡No te atrevas!! ¡¡¡AYUDA!!!

Pero el alfa estaba cegado por la ira, el pobre omega solo se aferraba más a su vientre y sus lágrimas se hicieron presentes. Tan sumergido está en su venganza que no oyó la puerta ser tirada y una Omega estaba sorprendida, el recién llegado se abalanzó contra el cuerpo del alfa y ambos rodaron por el suelo.

Mikoto: ¡¡Sasuke!! ¡Estás bien!

La Omega revisaba a su hijo, este aún sorprendido solo asiente con la cabeza, la omega lo reconforta y ambos observaban la pelea.

Riuko: ¡¡Suéltame imbécil!!

Nuevamente los cuerpos rodaron por el piso, pero ahora eran acompañados de puños y arrañazos del recién llegado, uno de sus golpes llegó a su estómago dejándolo sin aire.

Riuko: te .... mataré ... imbécil

El alfa se lanzó contra el cuerpo contrario.

Sasuke: ¡¡Nooo!!

Mikoto: hijo ... Sus ojos

Ambos azabaches observaron el aspecto del recién llegado, sus colmillos estaban expuestos y sus ojos, eran rojos como la noche. El alfa lo pateó en el estómago y luego en el rostro, el recién llegado solo soltó un leve gemido de dolor.

Entre OmegasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora