14 de enero del 2015

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14 de enero del 2015  

Abro los ojos lentamente, la luz del sol dándome directamente en la cara provoca que parpadee en repetidas ocasiones. Miro a mi alrededor y de pronto sé que no ha sido un sueño, mis dedos están clavados en la arena, puedo oír las olas romper en la orilla y Adam... Adam esta junto a mí. Él está sentado viendo hacia el mar. A penas y nota que yo me he despertado, después de un rato el vuelve hacia donde estoy y sonríe.

_ ¿En qué piensas?_ le pregunto mientras me acerco más a él hasta que nuestros hombros se juntan.  

_ Es bonito este lugar_ dice el sin despegar la vista del mar.

_ Si... lo es. Es la clase de lugar donde quisieras quedarte dormido y no despertar jamás_ le digo sin darme cuenta de cuan extrañas pueden sonar mis palabras para él.  

_ Yo también lo pienso asi_ dice logrando sorprenderme.

_ Fue lindo dormir aquí contigo.

_ Aunque creo que fui yo quien cayo primero_ comento

Adam_... perdón por quedarme dormido. 

_ Nunca pidas perdón por algo que no puedes controlar. Dormir es una de las cosas que no podemos controlar.

_ Con cafeína se puede.

_ Eso no es cierto, yo tomo mucho café y nunca me ha quitado el sueño.

Nos quedamos en silencio por un rato hasta que Adam hablo:

_ ¿Sabes? Hay algo que necesito ahora.

_ Pervertido.

_ Ni siquiera te he dicho lo que necesito_ se quejó Adam.

_ Y ¿Qué quieres?

_ Un beso de buenos días.

_ No creo que lo merezcas, te quedaste dormido ayer y me dejaste hablando sola.

_ ¿Qué paso con eso de no pedir perdón por cosas que necesito hacer?

_ Asi no iba, pero da igual, yo solo bromeaba.

_ ¿Entonces mi beso?_ dice Adam sonando impaciente.

_ ¿Qué con él? 

_ ¡Luna!

_ ¿Sí? 

_ Mi beso...

_ ¡Ya! Está bien_ le digo y luego beso tiernamente su mejilla.

_ ¿Eso es todo?

_ Dijiste un beso de buenos días.

_ Te mostrare como es un beso de buenos días Luna Chase. Adam se inclinó hacia mí y me beso. Aun estando sentados
logramos perder el equilibrio y caímos en la arena sin frenar ni por un segundo
nuestro beso hasta que oímos a alguien decir:

_ ¡Consíganse un hotel!_ nos gritó un niño.

Adam y yo nos separamos de golpe.

_ ¡Milo!... ¡¿Dónde estás Milo?!_ grito una mujer a lo lejos, la que posiblemente era la madre del niño. El niño se fue en dirección a donde estaba la mujer.

_ Vaya interrupción... ¿En que estábamos?_ dijo Adam.

_ Estábamos en que ya es tarde y debemos irnos. Mis padres deben estar preocupados.

_ ¡Demonios! ¡Ellos me mataran! Ni siquiera saben que soy tu novio ¿Verdad?_ pregunto Adam alarmado.

_ No, ellos no lo saben y no te creas, tampoco son tan malos. Dudo mucho que te maten.  

3 semanas antes de partirDonde viven las historias. Descúbrelo ahora