Me costaba dormir mucho más que antes.
No paraba de revisar mí agenda para saber cuánto tiempo faltaba para la próxima cita de Malta en el veterinario.
Y le rogaba al cielo que él la llevara nuevamente.
Lo había empezado a seguir en Instagram luego de que mí mejor amiga me convenciera.
No tenía muchas publicaciones pero cada vez que tenía la oportunidad revisaba su perfil.
Adriana me molestaba diciendo que era un amor prohibido ya que él era una persona del medio artístico y yo apenas compartía algunas cosas sobre veterinarios y animales tiernos en mí Instagram.
Ignoré el mensaje y volví a Instagram. Había subido una historia.
Apreté y era una historia de Malta.
Por mero impulso le respondí la historia con un corazón y le dije que está preciosa.
Solté el celular y empecé a arreglar algunas cosas en el consultorio para matar tiempo.
Luego de unos minutos mí celular sonó así que corrí ridículamente para revisar.
"A jpabloisaza le ha gustado la respuesta a su historia"
Tapé mí boca para ahogar un grito.
Era extrañamente nuevo lo que él me hacía sentir.
