Los fines de semana que teníamos la oportunidad, salíamos a cualquier lugar.
Nunca salíamos con algo planeado pero al final siempre termino impresionada de las múltiples cosas que puedo hacer en un fin de semana con su compañía.
La última vez simplemente nos quedamos en mí casa y compramos un kit para hacer Sushi.
Una de las mejores "salidas".
Reí mucho ese día.
Cerré mí expediente del día de hoy y salí de mí consultorio.
Lo único que quería era tocar mí cama y dormir.
Mí sueño se esfumó al ver mi celular teniendo una llamada entrante de él.
“Hola Ada, me preguntaba si tal vez estabas disponible para armar hoy también Sushi, llevo el kit”
En una de nuestras salidas le había contado que mí hermano pequeño cuando era bebé me decía Ada porque le costaba decir Adelaida.
Ahora cada vez que habla conmigo me dice Ada.
Le dije que estaba bien, que lo esperaba en casa.
Necesitaba llegar lo más rápido posible para cambiarme y recoger algunos papeles que había dejado tirados en la sala.
Esto ya se estaba volviendo más hogareño y exclusivo.
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