•32

133 20 18
                                    

Narra Olivia

Suelto un suspiro profundo mientras me observo en el espejo. Un conjunto morado abriga mi cuerpo. La falda recta y lila con líneas moradas trazadas formando pequeños cuadros, llega a mitad de mis piernas, haciendo juego con mi blusa corta de manga larga y cuello de tortuga del mismo color.

Debido a que está haciendo frío, cubro mis piernas con medias negras y en caso de ser necesario, dejo fuera del closet mi gabardina del mismo color. Todo esto lo combino con un par de bonites negros sin tacón.

A veces pienso en lo que he cambiado a lo largo de estos cuatro años. Nunca se me dió vestirme mal, pero tampoco tenía un estilo fuera de lo básico. Y creo que ahora, mi manera de vestir es un poco más diferente que años atrás.

—¿Otra vez esos botines? Los vas a desgastar.

Me giro en dirección a Kadir, quien me observa con una sonrisa. Aún sigue parado en el pasillo, pues aunque la puerta de mi habitación está abierta, decide no entrar hasta que yo esté dispuesta a invitarlo a pasar.

—Entra —pido—. Hay algo que debo decirte.

—Claro, ¿Qué pasó? ¿Todo bien?

—Sí —suelto un suspiro profundo—. Para hoy, invité a Ibrahim.

Kadir me osberva serio por cinco segundos para después echarse a reír.

—Ajá, ¿Segura no te equivocaste de persona? Tu exnovio está al otro lado del mundo, a miles de kilómetros de distancia.

—No —niego, y paso atrás de mis orejas los mechones cortos de cabello—. Ya no vive allá. Ahora está aquí.

—¿Se mudó para seguirte?

Vuelvo a negar con la cabeza.

—Claro que no, tonto. Primero se fue a Los Ángeles, pero lo transfirieron a la policía de aquí.

—Que coincidencia, tal vez sea obra del destino.

—Tal vez Ibram y yo estamos hechos para ser amigos, por eso de alguna u otra manera nos encontramos.

Kadir me observa atento y forma una pequeña sonrisa.

—¿Tú quieres a Dean?

—¡Por supuesto! —respondo inmediatamente.

—¿Más que a Ibrahim?

Frunzo el ceño.

—Dean sí es mi novio... —me interrumpo cuando me doy cuenta de lo que estoy a punto de decir. Kadir no se ha enterado jamás que Ibram no fue mi novio realmente. Así como empezó el asunto, con sólo Andy siendo consciente de todo, así ha seguido hasta ahora.

—Ibram también lo fue. Es por eso que te pregunto.

—Es que no sé si es algo que pueda compararse, Kadir —digo, aunque él no sabe el transfondo, parece que interpreta lo que según quiero darle a entender—. Ibrahim comenzó como algo... ¿Cómo explicarlo?... Bueno, él y yo nos llevamos bien desde el principio. El asunto con Dean es diferente.

—Del odio al amor —dice con una sonrisa.

Suelto un suspiro.

—Sí —concuerdo. Aunque no podría decir que es amor, tan sólo llevamos juntos dos meses. 

—Entonces, repito mi pregunta. ¿Quieres a Dean más que a Ibram?

—Y yo repito mi respuesta. No lo puedo comparar.

Aunque a decir verdad, es una duda que Kadir me ha hecho surgir. Si bien Ibrahim  no fue mi novio, llegó a gustarme y llegué a tener sentimientos por él. De verdad lo quise. Y ahora estoy con Dean, a quién aprendí a quererlo después de que llevamos años llevándonos mal. Pero es verdad, ¿Quiero más a Dean de lo que quise a Ibrahim? Aunque yo diga que no tienen comparación sin explicarle a Kadir que digo eso porque Ibrahim no fue mi novio realmente, sí tengo que notar la intensidad de mis sentimientos por ambos.

Un novio de mentiras Donde viven las historias. Descúbrelo ahora